Ciudad de México.— Los principales agresores de las mujeres y de sus hijos son sus parejas o ex parejas. En la mayoría de los casos son o tienen vínculos militares o políticos, y un punto porcentual abajo, le siguen los narcotraficantes, según datos de la Red Nacional de Refugios (RNR).
La organización reportó que en total, de enero a agosto de este año, se ha brindado atención y acompañamiento integral a través de sus líneas de atención, redes sociales y espacios de protección a 25 mil 594 personas, de las que el 85 por ciento son mujeres.
La red documentó que los principales agresores de las mujeres y niños son sus cercanos.
De los atacantes, 4 de cada 10 eran pareja de la mujer víctima de violencias, 2 de cada 10 eran sus esposos y 2 de cada 100 su ex pareja, mismos que son los agresores de sus hijas e hijos.
Sobre el perfil de los agresores, la RNR señaló que del total de casos registrados, la mayoría (13 por ciento) tienen vínculos con militares o políticos, seguido por un 12 por ciento que tiene vínculos relacionados con el narcotráfico.
«Lo cual exacerba el nivel de riesgo e impunidad al que se enfrentan las mujeres al intentar acceder a la justicia integral», subrayó la red.
Asimismo, 21 por ciento usan armas; y 29 por ciento tienen antecedentes penales.
Los tipos de agresiones que se reportan por la RNR son violaciones sexuales, ataques con ácido y/o sustancias corrosivas, acoso sexual, desapariciones forzadas, y asesinatos diarios de mujeres y niñas en el país.
Además de que 134 mujeres han sido atendidas a través de la red y reportaron intentos de feminicidio, los cuales, acusaron, fueron minimizados y clasificados como violencia familiar por las autoridades.
Se especificó que de las mujeres atendidas a través de línea telefónica y redes sociales, el 25 por ciento refirió haber sido víctima de violencia física, el 40 por ciento de violencia psicológica; el 10 por ciento, dijo vivir violencia económica; 9 por ciento, violencia patrimonial.
En tanto que 7 de cada 100 mujeres reportaron estar pasando por todas las violencias mencionadas; seis de cada 10 mujeres que tienen hijas e hijos refieren que sus niñas y niños también viven algún tipo de violencia. Asimismo, 429 mujeres atendidas reportaron haber sido víctimas de violencia sexual.
Denostaron que de camino a la justicia, un obstáculo que se añade es la falta de aplicación de protocolos con perspectiva de género, la poca o nula preparación de las autoridades que no solo impiden que los asesinatos de mujeres sean investigados como feminicidios, sino que no les informan a las mujeres que logran acudir buscando auxilio que tienen derecho a un refugio o bien, desestiman las declaraciones de las mujeres.
«A las cuales no les hicieron caso y ahora ya no están con vida o están tratándose las secuelas físicas, emocionales e integrales tras un intento de feminicidio, como lo es un ataque con ácido; un hecho en el que el sistema patriarcal es cómplice y da paso libre a la impunidad», se refirió.
«O como el caso recién de la jueza de Yucatán que rechazó vincular a proceso por intento de feminicidio a un hombre que ahorcó dos veces a su ex pareja, al considerar que la víctima ‘malentendió las intenciones del agresor’, inadmisible y desolador, pero una realidad que atraviesa a nuestro México», se añadió.