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Muere Ciclón Ramírez, referente de la lucha libre mexicana

La lucha libre mexicana está de luto, la tarde de este martes 4 de marzo murió el Ciclón Ramírez, peleador que se convirtió en un ícono y referente en la década de los noventa. Falleció a los 64 años de edad, a través de redes sociales compartieron la noticia de su partida y rápidamente generó consternación entre los seguidores del pancracio mexicano.

Alrededor de las 17:30 horas confirmaron su partida, La Mole Convention se encargó de compartir el reporte de su muerte, mandó un mensaje a sus amigos y familiares por la pérdida.

“Con un profundo pesar lamentamos informar que el día de hoy ha fallecido nuestro querido: Celso Reyes Daza ”Ciclón Ramírez». El Rey del tope y su legado siempre vivirá en la memoria de su familia, amigos y noble afición», informó.

Murió el Ciclón Ramírez, luchador
Murió el Ciclón Ramírez, luchador referente de la década de los noventa (X/ @lamolemx)

También, en su publicación se solidaron con el gremio de la lucha libre mexicana por la muerte del peleador. «El equipo de La Mole Convention y quienes hacen posible nuestro #LuchaAlley ofrecemos nuestras condolencias a la familia, amigos y colegas de Ciclón Ramírez en este difícil momento.Descanse en paz, El Rey del Tope“.

¿De qué murió Ciclón Ramírez?

El Ciclón Ramírez enfermó de diabetes, situación que deterioró su estado de salud, ya que la padeció por 10 años. Aunque hasta el momento la familia no ha dado más detalles al respecto de su fallecimiento, el Ciclón tuvo diferentes complicaciones a causa de la diabetes.

Además, diferentes reportes indicaron que padecía de hipertensión, por lo que su causa de muerte habría sido un infarto, según compartió Récord, En días previos había manifestado malestares, por lo que un infarto fulminante habría acabado con la vida del Ciclón Ramírez.

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Barcelona toma ventaja ante Benfica en la Champions League

Penalizado por la expulsión de Pau Cubarsí en el minuto 22, el Barcelona completó un ejercicio de supervivencia en Lisboa que culminó en gesta (0-1) gracias al gol en el segundo tiempo del Raphael Dias ‘Raphinha’ con el que el equipo azulgrana desesperó al Benfica y se acercó a los cuartos de final de la Liga de Campones.

En Da Luz, el conjunto azulgrana dio la razón a los que lo sitúan en la terna para levantar la ‘orejona’. Pese a jugar más de 70 minutos con un jugador menos, el equipo catalán se encomendó a la seguridad de Wojciech Szczesny bajo palos, la luz de Pedri en la medular y la pegada de Raphinha para sumar un triunfo de equipo grande.

Consciente, quizá, de la trascendencia del duelo, Flick salió con el teórico ‘once de gala’. Dio entrada a Iñigo Martínez y Alejandro Balde en la zaga, mientras que De Jong fue la pareja de Pedri en el doble pivote. Con Gavi en la grada al no estar todavía al 100% por el proceso febril que ya le impidió jugar contra la Real Sociedad, Dani Olmo encadenó su tercera titularidad, algo poco frecuente esta temporada.

Bruno Lange, que contó con las sensibles bajas del extremo Ángel di María y el centrocampista Florentino Luis, calcó el inicio frenético del partido de la fase Liga que hace un mes y medio se disputó en el mismo escenario. Con un fútbol intenso y directo, avisó al Barça con dos arañazos en el primer minuto, el más claro lo protagonizó Kerem Akturkoglu, pero Szczesny, muy atento, repelió su disparo.

Tardó poco el Barça en reaccionar y lo hizo adueñándose del balón, con paciencia y sin precipitarse, evitando las contras y el fútbol directo que buscaba el conjunto lisboeta, si bien las ocasiones más claras -una de Olmo y tres remates consecutivos en el área pequeña del futbolista de Terrassa, Lewandowski y Lamine Yamal salvados por Trubin- llegaron en recuperaciones tras pérdida de su rival.

El plan del Barça dio un giro de 180º en el minuto 22, cuando Vangelis Plavidis, autor de un triplete en el 4-5 de hace pocas semanas, ganó la espalda a la defensa azulgrana y Pau Cubarsí lo arrolló en el borde del área. El árbitro no lo dudó y expulsó al central gerundense al considerar que era el último defensor azulgrana, pese a las quejas del banquillo azulgrana por una posible falta a De Jong en el inicio de la jugada.

Se repetía un escenario similar al que el conjunto catalán ya vivió ante el Mónaco (2-1), en la jornada inaugural de la presente edición de la Champions, y el Paris Saint-Germain en la vuelta de los cuartos de final de la pasada edición, que acabó con el conjunto francés sellando el pase a las semifinales con una goleada (1-4).

Esta vez el Barça dio muestras de su madurez y se mantuvo a flote. Flick dio entrada a Araujo por Dani Olmo, que dejó Da Luz algo contrariado por la decisión del técnico alemán, y los visitantes se encomendaron a la profundidad de Lamine Yamal y, sobre todo, de Raphinha para asustar al conjunto luso, cuyos jugadores pedían calma a los aficionados después de que el árbitro detuviera el partido por el lanzamiento de bengalas.

El brasileño gozó de un mano a mano claro antes del descanso, pero buscó el pase a Lamine Yamal cuando parecía que la mejor opción era rematar. Antes, Szceszny, el mejor de su equipo en el primer tiempo, evitó el tanto de cabeza de Akturkoglu.

En la reanudación, el Benfica se adueñó del balón y asedió la portería azulgrana a través del agujero que encontraron Álvaro Carreras y Andreas Schjelderup en la banda de Lamine Yamal y Jules Kounde. Pavlidis avisó con un remate que no encontró portería. Sí que lo consiguió Fredrik Aursnes con un disparo desde la frontal que bloqueó en dos tiempos el guardameta polaco del Barcelona, infalible bajo palos.

Flick detectó el escape en la banda derecha y dio entrada a Ferran Torres por un fatigado Lamine Yamal. Su equipo recuperó la calma y esperó su momento precedido por un error defensivo de la zaga lisboeta para abrir el marcador (0-1, min.61). Raphinha, que encadenaba cuatro partidos sin marcar, se redimió de un primer tiempo discreto de cara a portería con un lejano zapatazo, raso y cruzado, que sorprendió a Trubin.

Respiraba el Barça y se desesperaba el Benfica, que, sin ideas en ataque estático, quedó algo tocado tras el tanto del brasileño. Pese a la inferioridad, los pupilos de Flick, comandados por Pedri en la medular, no renunciaron al balón, sufrieron poco en defensa y forzaron una amarilla a Álvaro Carreras, que se perderá la vuelta por acumulación de amarillas.

En los últimos compases, el Benfica encerró al Barça en su área, que resistió como un equipo maduro las embestidas portuguesas. El árbitro pitó un penalti de Szczesny a Belloti, que finalmente no se lanzó por fuera de juego previo del jugador del Benfica, aunque la más clara la tuvo Renato Sanches en el añadido con un misil lejano que rechazó Tek, que volvió a agigantarse para sellar un triunfo que acerca a su equipo a los cuartos de final.

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