Nueva York, 11 de julio. El gobierno de Barack Obama anunció este lunes una nueva regla que obliga a miles de comercios de armas en los estados fronterizos a reportar al gobierno federal compras múltiples de cierto tipo de rifles, en un esfuerzo por combatir el tráfico de armas a México.
La nueva regla entra en vigor de inmediato y exige a los vendedores comerciales de armas que alerten a las autoridades federales cuando una persona compre en un periodo de cinco días o menos, dos o más rifles semiautomáticos de calibre mayor de .22 con cargador desmontable. La norma se aplica a los aproximadamente 8 mil 500 comercios de armas que operan en Texas, Arizona, Nuevo México y California, estados fronterizos que son fuente de gran parte de las armas compradas por el crimen organizado mexicano.
La medida permitirá a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) detectar e interrumpir las redes de tráfico ilícito de armas responsables de desviar las armas del comercio legal a criminales y organizaciones criminales, declaró el subprocurador general, James Cole, en un comunicado del Departamento de Justicia. La regla, agregó, ayudará a encarar el problema del tráfico ilícito de armas a México y a lo largo de la frontera suroeste. Esta medida, dijo, se promueve ya que la expansión internacional y creciente violencia de las redes criminales trasnacionales representa una amenaza significativa para Estados Unidos.
Actualmente, todo comerciante debe reportar cuando una persona compra dos o más pistolas en un periodo de cinco días; la nueva regla amplía este requisito a los tipos de rifles que favorecen las organizaciones criminales, según los rastreos de la ATF. De acuerdo con investigaciones recientes de la ATF y de agencias del Congreso, entre 70 y 87 por ciento de las armas confiscadas y rastreadas en México provienen de Estados Unidos.
La decisión de imponer la regla llega justo cuando en el Congreso y en el Departamento de Justicia (del cual depende la ATF) se indaga la fallida operación de la ATF Rápido y furioso, y mientras arrecian las críticas de políticos en México y Estados Unidos sobre los efectos de esa iniciativa.
La aplicación de esta norma fue postergada más de un año por la feroz oposición de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y sus aliados en el Congreso. Hoy, el presidente del Comité Judicial de la cámara baja, el republicano de Texas Lamar Smith, cuestionó la regla y declaró que “el anuncio de hoy llega después de meses de polémica sobre Rápido y furioso, que permitió que se traficaran armas a México sin manera de evitar que fueran empleadas para actividades ilegales”. Afirmó que es una gran hipocresía que el gobierno de Obama limite los derechos a las armas de ciudadanos de estados fronterizos, cuando ese mismo gobierno, consciente e intencionalmente, permitió que se traficaran armas a México.
Smith concluyó –resumiendo los argumentos de sus colegas aliados de la NRA– que “limitar los derechos [constitucionales] de ciudadanos que se apegan a la ley no resolverá el problema del tráfico de armas a México. Un requisito adicional de reportarlas no evitará que los cártelesde drogas obtengan armas. Esta regla castiga injustamente a ciudadanos de estados fronterizos que tienen el derecho de comprar armas de fuego para protegerse a sí mismos y a sus familias de peligrosos narcotraficantes y traficantes de personas”.
De hecho, la cámara baja había votado de manera abrumadora contra la imposición de esta regla a principios de este año, recordó The Washington Post. Legisladores y la NRA insistieron, igual que Smith hoy, en que la regla viola los derechos otorgados por la Segunda Enmienda de la Constitución (la cual, según ellos, consagra el derecho de individuos a obtener y portar armas).
En Estados Unidos, según la ATF, cada año se venden 4.5 millones de armas más. De acuerdo con algunos cálculos, aproximadamente una cuarta parte de los adultos de este país son dueños de por lo menos un arma de fuego. En total, se calcula que hoy existen 283 millones de armas de fuego en manos de civiles en este país.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.
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