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Acontecer

Pierde la vista de un ojo por no quitarse los lentes de contacto

Chad Groeschen es un hombre de 39 años que aprendió por las malas que nunca hay que irse a dormir con los lentes de contacto puestos sobre sus ojos.

Un noticiero local informó que, lo que comenzó como una pequeña comezón en el ojo, acabó como la ceguera total en un ojo causada por una infección bacterial tratable, pero con consecuencias permanentes.

Chad comenta que sólo se había ido a dormir una noche con los lentes de contacto puestos cuando, al otro día, comenzó a sentir una leve irritación en su ojo izquierdo que pronto derivó en una vista nublada. Durante los días posteriores, el daño ya era irreversible.
La víctima de este descuido detalla su infección ‘como si le taladraran un ojo por horas’.

La experiencia de Chad nos deja con una lección importante sobre el uso de este tipo de lentes de contacto: nunca dejes de tomar las precauciones debidas.
A continuación, ofrecemos algunas recomendaciones para los usuarios de este tipo de dispositivos:

-Lavarte las manos con agua y jabón antes de manipular tus lentes de contacto.
-Minimizar el contacto con el agua pues ésta seca los lentes. Necesitas una solución especial que venden en cualquier farmacia.
-Almacena siempre los lentes en su lugar. No olvides llenar cada empaque con solución especial para evitar que se sequen.
-Remueve los lentes antes de ir a dormir. Nunca te los dejes por demasiado tiempo.

Fuente Excélsior

Acontecer

Georgina Ledezma vende pulseras hechas a mano. Alumna del CAM 7507

Alumna del CAM 7507 del grupo de proyectos productivos, Georgina Kanakoqui Ledezma de 18 años de edad, joven alegre, entusiasta y trabajadora, con grandes habilidades para estar en un ambiente de trabajo, solicita el apoyo de la comunidad en general para que adquieran pulseras elaboradas con sus propias manos.

 


Bajo la asesoría y acompañamiento de la maestra Gabriela Rivero, en cuyas clases se desarrollan habilidades laborales con la finalidad de auto emplearse y/o realizar prácticas en ambientes reales, fue donde se gestó este emprendedurismo por parte de Georgina en la que de realizarlas como pasatiempo surgió la idea de ponerlas a la venta para generar sus propios ingresos como incentivo además, para que ella se sienta autónoma y feliz ya que debido a su delicada situación de salud no puede ejercer dentro de una empresa.
Este caso de éxito en la elaboración y convencimiento de producir artículos para su venta forma parte de los objetivos de nivel de formación para la vida adulta del CAM 7507 donde las maestras Ivone Santiago y Lydia Stirk del grupo de prácticas Laborales dan seguimiento puntual a todo su estudiantado.
Las pulseras de la joven Kanakoqui Ledezma estarán en venta en el restaurante “MAYÓLICA” ubicado en Blvd. Antonio Ortiz Mena 2033 Colonia Campestre-Lomas con un costo de $30 pesos.

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