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Resto del mundo

Popularidad de Dilma Rousseff se hunde 71%

El índice de aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tocó mínimos históricos, mientras que un creciente número de brasileños quiere que sea impugnada y cada vez menos personas creen que llegará al final de su mandato, mostró un sondeo publicado el jueves 5 de agosto.

La encuestadora Datafolha dijo que el índice de aprobación a Rousseff cayó a un 8%, cerca al 7.7% reportado por otro sondeo reciente, en medio de un enorme escándalo por corrupción y la peor recesión económica del país en 25 años.

El porcentaje de brasileños que estiman que su Gobierno es «malo» o «muy malo» llegó a un 71%, que se compara con un 65% que opinó eso en la encuesta de Datafolha del mes pasado.

Dos de cada tres entrevistados, o un 66%, dijo que Rousseff debería enfrentar un proceso de impugnación o juicio político, frente a un 63% que opinó eso en un sondeo de abril.

Aunque una mayoría de los brasileños aún espera que la líder de izquierdacomplete su mandato, Datafolha dijo que un 38% estima ahora que será impugnada, frente a un 29% en abril.

La popularidad de Rousseff es la más baja para cualquier presidente brasileño desde que Datafolha empezó a realizar el sondeo, incluso más baja que la de Fernando Collor de Mello en 1992, cuando enfrentó una impugnación por corrupción.

A sólo seis meses del comienzo de su segundo mandato, Rousseff enfrenta crecientes llamados a un juicio político. Sus adversarios están a la espera de una protesta nacional contra su Gobierno el 16 de agosto para medir el sentir popular, además de una decisión judicial sobre cuentas de su Gobierno antes de decidir si impugnarla o no.

La incertidumbre política ha debilitado a la moneda brasileña a mínimos en 12 años. El jueves 6 de agosto por la mañana, el real brasileño cotizaba a 3.51 unidades por dólar.

En una señal de que Rousseff está perdiendo el respaldo dentro de su coalición de Gobierno, la Cámara baja del Congreso aprobó el miércoles 5 de agosto por abrumadora mayoría un proyecto de ley para elevar los salarios para algunos empleados públicos, un golpe a sus esfuerzos por reducir un enorme déficit fiscal.

El sondeo de Datafolha entre 3,358 entrevistados tuvo lugar entre el martes 4 de agosto y el miércoles 5 de agosto y fue publicado por el diario Folha de S. Paulo.

Fuente: El Economista

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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