Acorde con varios medios locales, al inicio de la pandemia varias personas subestimaron y se cuestionaron la existencia del SARS-CoV-2 y de sus efectos en el cuerpo humano.
Frases como: “Yo no creo en eso”, “Eso no existe”, “Nos quieren controlar”, fueron algunas de las más escuchadas por varios reporteros al preguntarles a las personas sobre el virus.
Aunado a ello, la falta de oportunidades y acceso a nuevas tecnologías para la información, y el enorme rezago educativo que se arrastra desde varias décadas, han contribuido a que los chiapanecos puedan acceder a fuentes de información de calidad.
En ese sentido, el tema de la vacunación no es muy distinto, ya que las comunidades más alejadas de las urbes prefieren utilizar sus propios métodos para contrarrestar el virus o hacer uso de la medicina doméstica o tradicional.
A ello se le suma la falta de tecnología educativa, fuentes confiables y los altos índices de desinformación con respecto a las vacunas, generados por la propia población y los medios de comunicación.
Al respecto, el director del IMSS, Zoé Robledo, mencionó que hay diferentes maneras de informar con respecto a los beneficios de recibir la vacuna en un “estado que se caracteriza por ser multicultural y multilingüistico, los rumores o desinformación no pueden ganarle al esfuerzo del país por proteger a la población”.
Según diarios locales, existen argumentos de la población para no acudir a vacunarse porque la distancia entre la comunidad y el módulo de vacunación es más amplia, ya que la población debe de desplazare hacia la cabecera municipal y no a los centros de salud más cercanos.
Lo anterior evidencia una falta de organización y logística por parte de las autoridades para llevar la vacuna a distintas regiones, aunque en algunas comunidades la población se ha negado rotundamente a aplicarse la vacuna.
A inicios del año, en el municipio de San Juan Cancuc se llevó a cabo una asamblea entre representantes de 45 comunidades y personal gubernamental en que los habitantes, en apego a sus usos y costumbres, votaron en contra de recibir la vacuna.
De igual modo, autoridades de salud estatales encontraron más de 150 localidades en 25 municipios que también se negaron a ser inoculadas, ya que solo han reportado pocos casos sin defunciones.
Asimismo, la población rural muestra más confianza a las técnicas de auxilio que pueden encontrar desde sus propias redes de apoyo, como los grupos religiosos. En tanto que otros se aferran a su fe, y otros más han quedado inmersos en los rumores surgidos de la denominada infodemia.
Sin embargo, han sido los propios miembros de la iglesia quienes también han incentivado a la población a vacunarse y a combatir la infodemia existente sobre las vacunas, ya que todas son seguras, por lo que pidieron creer en las instituciones globales y nacionales.
Al corte de este domingo 11 de julio, Chiapas es el estado con mayor rezago en la vacunación, con tan solo el 19 por ciento de la población adulta vacunada con al menos una dosis, luego de que el viernes pasado diera inicio a la vacunación para adultos de 40 años y más.
En comparación, en Baja California el 79 por ciento de la población ya está vacunada, mientras que, en la Ciudad de México, el 63 por ciento ya cuenta con por lo menos una dosis.
Ante ello, el IMSS de Chiapas anunció la creación de la ‘Estrategia 2+1’, la cual establece que los jóvenes que acudan a los centros de vacunación con dos adultos mayores de 40 años, podrán ser inoculados.
Lo anterior con el objetivo de acelerar la vacunación y elevar el número de personas inoculadas para garantizar la inmunidad del ‘rebaño’ en la entidad.
Fuente: El Financiero