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Principales puntos pendientes en las negociaciones EE.UU.- Cuba

En diciembre pasado, Barack Obama y Raúl Castro cambiaron el ánimo de la relación entre Estados Unidos y Cuba al anunciar un proceso de restablecimiento de lazos diplomáticos, tras medio siglo de enfrentamientos. Pero el optimismo inicial pronto dio paso a un pragmatismo en las negociaciones, y ambas partes han dicho que la completa normalización de las relaciones podría tomar años:

Restablecimiento de embajadas

Objetivo inmediato de las conversaciones, el restablecimiento de lazos diplomáticos y la apertura de embajadas acabaría con las Secciones de Intereses, un estatus diplomático excepcional que los dos países mantienen en las dos capitales desde 1977, bajo la protección de Suiza.Estados Unidos manifestó interés en superar esta etapa antes de la Cumbre de las Américas, que se inicia este viernes en Panamá, pero los países aún deben resolver ciertos desacuerdos.

Lista de países que promueven el terrorismo

Cuba exige que antes de avanzar en el diálogo diplomático se le retire de la lista del Departamento de Estado de naciones que patrocinan el terrorismo, en la que la isla fue incluida en 1982. Washington considera que las dos cosas son procesos separados, aunque Obama ya ordenó revisar la inclusión de Cuba en el listado.

Reclamos por nacionalizaciones

Uno de los puntos de mayor controversia para poder avanzar en la normalización de relaciones son las compensaciones por las nacionalizaciones realizadas por la Revolución Cubana en los años sesenta. Es uno de «temas grandes», dice a la AFP William Leogrande, autor de «Back Channel to Cuba» (Canales Secretos a Cuba). Estados Unidos afirma que la deuda es de 7.000 millones de dólares por la confiscación de propiedades de corporaciones estadounidenses como Coca Cola o Exxon. Pero La Habana reclama sus propias compensaciones por las pérdidas económicas producto del embargo comercial impuesto por Washington a la isla en 1962, y que el gobierno cubano estimó en septiembre en 116.000 millones de dólares.

La resolución de los reclamos es uno de los pasos para levantar el embargo, pero el enmarañado jurídico de esa medida, que se encuentra codificado en varias leyes, sólo podrá ser desmontado por el Congreso estadounidense, controlado por la oposición a Obama.

Guantánamo

La Habana quiere la devolución de la base naval de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, que Estados Unidos ocupa desde 1903, pero el tema es tabú para Washington. De todas formas, Obama primero tiene que cerrar el centro de detención que ahí opera y donde aún permanecen encarcelados más de un centenar de prisioneros.Si Estados Unidos cierra la cárcel «es al menos una posibilidad que Estados Unidos considere» devolver la base, que en papel es territorio soberano cubano y «ya no tiene gran valor estratégico» para Washington, dijo LeoGrande.

Correos y medios anticastristas

Incluso antes del anuncio de acercamiento, Washington y La Habana mantienen desde 2013 un diálogo para intentar restablecer el servicio postal directo entre los dos países. El tema requiere un acuerdo negociado sobre aspectos de pago, seguridad y logística, pero las discusiones «han marchado bien», dijo LeoGrande.Otras negociaciones podrían versar sobre las transmisiones de los medios anticastristas Radio y TV Martí, que transmiten a la isla desde Miami y generan gran malestar del gobierno cubano

 

Fuente: El Espectador

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México

Sheinbaum responde a fiscal de EE.UU.: “Pam Bondi no está informada; México no es un adversario extranjero”

Ciudad de México.— La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó este jueves las declaraciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien colocó a México en la lista de “adversarios extranjeros” junto a Irán, Rusia y China, al considerar que el país permite operar impunemente a los cárteles del narcotráfico, facilitando el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.

“No tiene sustento lo que dijo la secretaria del Departamento de Justicia. No está informada”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina, en una respuesta directa a las declaraciones de Bondi emitidas un día antes en el Comité de Apropiaciones del Senado estadounidense, donde defendió el presupuesto 2026 del gobierno de Donald Trump.

En esa audiencia, Bondi sostuvo que Estados Unidos “no se dejará intimidar” y que tomará medidas firmes contra cualquier nación que represente un riesgo a su seguridad, incluyendo a México, al que acusó de ser “gobernado por los cárteles del narcotráfico” y de permitir que organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación introduzcan fentanilo al país.

Sheinbaum refutó esta postura, asegurando que existe una coordinación constante con Washington en materia de seguridad, sin que ello implique subordinación. “La estrategia está funcionando. Hay problemas, sí, pero hay avances reales”, enfatizó. Afirmó que en los últimos meses se ha reducido el flujo de fentanilo hacia el norte, así como la incidencia de homicidios en el país, situación reconocida incluso por agencias estadounidenses de aduanas y migración.

La mandataria también recordó que ambas naciones están por firmar un nuevo acuerdo bilateral de seguridad y que desde febrero se ha reforzado la vigilancia fronteriza a través de la «Operación Frontera Norte», la cual permitió —según datos oficiales— la detención de 4 mil 619 personas y la incautación de más de 40 toneladas de droga, incluyendo 1.14 millones de pastillas de fentanilo.

Las declaraciones de Bondi se producen en un contexto político delicado, donde la administración Trump ha endurecido su discurso en torno al fentanilo, atribuyendo su proliferación a la colaboración entre grupos criminales mexicanos y proveedores químicos chinos. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), esta droga causó más de 48 mil muertes por sobredosis en EE.UU. durante 2024.

Sheinbaum insistió en que, pese a las diferencias políticas, la relación con Washington debe basarse en cooperación mutua, datos verificables y respeto. “México no puede ni debe ser equiparado con regímenes autoritarios o enemigos de Estados Unidos. Estamos comprometidos con el combate al crimen, pero también con la soberanía y la verdad”, concluyó.

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