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Opinión

Productos Milagro por Jaime Fong Ríos

Hola, ¿Cómo están todos? Pues déjenme que les platique que el día de ayer por fin se votó un dictamen que tenía casi 11 meses en la Comisión de Salud de San Lázaro.

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Se trata sobre los denominados “productos frontera” o “milagro”. Si, esos mismos que vemos anunciados en comerciales por televisión a altas horas de la noche o bien durante diferentes programas de radio.

Dichos productos son aquellos que se destacan por promocionarse con propiedades medicinales, pero que realmente no encajan en la definición de un medicamento, pero tampoco de un alimento, de ahí la denominación de frontera.

Mucha publicidad.

La mayoría de los productos milagro exaltan en su publicidad una o varias cualidades terapéuticas, preventivas, rehabilitadoras o curativas, que van desde cuestiones estéticas hasta solución de problemas graves de salud.

De ser utilizados esos productos de manera irracional y sin control, confiando en la veracidad de su publicidad, se pueden presentar riesgos farmacológicos, de contaminación biológica, de alteración de condiciones físicas alteradas, entre otros. En pocas palabras sabrá Dios que nos pueda pasar si continúan usándolos.

Al respecto.

Se busca que las empresas establezcan en las etiquetas de sus productos la realidad de los mismos, al inscribir una leyenda que el usuario pueda leer claramente y que conozca que el producto no diagnostica, trata, cura o previene ninguna enfermedad o padecimiento, ni síntoma asociado a la misma.

Que no es un medicamento y que por no tener estudios clínicos se desconocen los posibles efectos de su uso en la salud humana. De esta manera, las personas podrán ver claramente que los productos pueden ser auxiliares, pero no hacen milagros, lo que les proporcionará la información para que ellos puedan tomar la decisión que mejor les convenga.

Qué se votó.

Bueno, pues el dictamen quedo de la siguiente manera para los alimentos o bebidas que se pretendan expender o suministrar al público en presentaciones que sugieran al consumidor que se trate de productos o substancias con características o propiedades terapéuticas.

Deberán en las etiquetas de los empaques o envases incluir la siguiente leyenda: “Este producto no sirve para diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad o padecimiento, ni síntoma asociado con la misma. No es un medicamento y por no tener estudios clínicos se desconocen los posibles efectos de su uso en la salud humana”, escrita con letra fácilmente legible y en colores contrastantes.

Así que ya saben, para todos aquellos que les gusta curarse o tratarse algún malestar con este tipo de “productos” tengan cuidado que es lo que compran y cuáles son sus consecuencias, sino al rato su cuerpo les cobrará la factura, o no?

Al tiempo, tiempo.

Nos leemos la próxima semana.

Twitter: @jafong

Jaime Agustín Fong Ríos, es originario de Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, egresado de la Licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua, ha trabajado como asesor de comisiones legislativas en el Congreso del Estado de Chihuahua y actualmente labora en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

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Opinión

El aislamiento. Por Raúl Saucedo

LA ERA POST-ARANCELES

Imagine usted apreciable lector que por un instante las decisiones de la administración Trump de imponer aranceles universales, exceptuando a México y Canadá no cambiarán cada Lunes y Martes. Imagine que esta política se mantiene durante los cuatro años que dura la administración Trump, las consecuencias serían profundas y duraderas, alterando las dinámicas comerciales y geopolíticas en el mundo.

La excepción arancelaria otorgada a México y Canadá consolidaría un bloque comercial norteamericano altamente integrado. El Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) se convertiría en un bastión de producción y consumo, con cadenas de suministro optimizadas y costos reducidos.

México: Experimentaría un auge en sus exportaciones hacia Estados Unidos, especialmente en sectores como la manufactura automotriz y la agricultura. Las inversiones extranjeras directas se incrementarían en México y el peso se fortalecería. Se estaría crecimiento entre el 1.5% y el 2% adicional anual, debido a la ventaja competitiva.

Canadá: Se beneficiaría de una mayor integración con el mercado estadounidense, fortaleciendo sus industrias automotriz, energética y maderera. El dólar canadiense se estabilizaría, y la economía experimentaría un crecimiento sostenido.

El resto del mundo enfrentaría un escenario de fragmentación comercial en 3 grandes ejes visibles:

China: Sufrirá una caída significativa en sus exportaciones a Estados Unidos. Su crecimiento económico se ralentizaría, y el yuan se depreciaría. Las tensiones geopolíticas se intensificarían, y China buscaría fortalecer sus relaciones comerciales con otros países, especialmente en Asia, África y Sudamérica.

La Unión Europea: Sufriría una disminución en sus exportaciones a Estados Unidos, especialmente en sectores como la automoción y la agricultura. El euro se debilitaría, y la economía europea se estancaría. La UE buscaría diversificar sus mercados, pero el proceso sería lento y costoso dado su situación actual.

Países en Desarrollo: Muchos países en desarrollo, dependientes de las exportaciones a Estados Unidos, se verían gravemente afectados. Sus economías se contraerían, y la pobreza aumentaría. Algunos países buscarían fortalecer sus relaciones comerciales con China, pero la dependencia de un solo mercado aumentaría su vulnerabilidad.

Las empresas multinacionales reconfigurarían sus cadenas de suministro, trasladando la producción a México y Canadá para evitar los aranceles. Esto generaría un auge en la inversión en estos países.

La política arancelaria de Trump aumentaría las tensiones geopolíticas, con un riesgo creciente de conflictos comerciales y políticos. China y la Unión Europea buscarán fortalecer sus alianzas, y el orden mundial basado en reglas se debilitará.

En resumen, cuatro años de aranceles universales, exceptuando a México y Canadá, crearían un mundo más fragmentado y proteccionista, con un bloque norteamericano fortalecido y el resto del mundo luchando por adaptarse.

Recuerde apreciable lector que en esta columna se le solicitaba que imaginara cómo sería el mundo sin la agenda cambiante dictada desde Pennsylvania #1600 y durante 4 años sostenidos, las letras antes expuestas serían ese posible resultado.

Todo esto sucede mientras yo acompaño en momentos “El Aislamiento” de un amigo que a la luz es catarsis de que lo mejor está por venir.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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