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Tarantino será honrado en Nueva York

NUEVA YORK, 27 de julio.- El «profundo conocimiento de la historia del cine» de Quentin Tarantino y su capacidad para informar y entretener a una «nueva generación de fans de las películas» serán homenajeados en diciembre próximo por el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

Así lo anunció hoy la prestigiosa institución, que ha seleccionado al director de Pulp Fiction (1994) como la figura a la que rendirá tributo el próximo 3 de diciembre, cuando tendrá lugar la gala benéfica Film Benefit que dedica cada año al séptimo arte.

Ese mismo mes, el día 25, se estrenará en Estados Unidos y Canadá la última película de Tarantino, Django Unchained, un «western» que cuenta la historia de un esclavo negro reconvertido en cazarrecompensas en Misisipi y en la que no faltan los ingredientes clave de las películas del cineasta.

«Como un celebrado autor y director, Tarantino ha sacado provecho a su profundo conocimiento de la historia del cine para atraer, entretener e informar a una nueva generación de fans de las películas», dijo hoy la comisaria jefe de cinematografía del MoMA, Rajendra Roy, en un comunicado.

Roy aseguró que con esta gala benéfica, con la que cada año el MoMA recauda fondos para poder añadir nuevas películas a su extensa colección, el museo de la Gran Manzana «rendirá tributo al importante servicio que ha hecho para propulsar y promover este arte».

El evento contará con una «presentación especial» para reconocer la prolífica carrera de Tarantino, detrás de las oscarizadas Pulp Fiction eInglorious Basterds (2009) y otros éxitos como Reservoir Dogs (1992),Jackie Brown (1997) o Kill Bill (2003).

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La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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