Conecta con nosotros

México

¿Te acuerdas del Renaut? Destruyen base de datos

La Secretaría de Gobernación (Segob) destruyó este viernes la base de datos del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), creado en abril de 2009 para coadyuvar en la planeación, investigación y persecución de delitos, que contenía 98 millones 455 mil 246 archivos.

Gustavo Mohar, subsecretario de Gobernación, garantizó a los ciudadanos que proporcionaron datos personales y confidenciales que esa información quedó definitivamente borrada y en ningún momento se corrió el riesgo de ser filtrada y utilizada con fines ajenos.

“A todas aquellas personas que proporcionaron sus datos, que subieron su mensaje, que permitió ir construyendo este vínculo entre la Clave Única de Registro de Población (CURP) y el teléfono, no sólo el agradecimiento del gobierno federal, sino la garantía absoluta de que esos datos siempre estuvieron plenamente salvaguardados”, subrayó.

El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Segob precisó que con ese hecho la dependencia deja de tener el proceso tecnológico para destruir, eliminar lo que era ese registro de base de datos que tenía el Registro Nacional de Población (Renapo).

Con ello, puntualizó el funcionario, también se cumple el mandato del Congreso de la Unión aprobado el 17 de abril pasado, cuando se acordó desaparecer el Renaut después de tres años de funcionamiento, es decir del 9 de abril de 2009 y hasta el 17 de abril pasado.

En tanto Alberto Alonso y Coria, titular del Renapo, recordó que a través de un mensaje SMS los usuarios enviaban datos personales vía telefónica, acompañados de su CURP, que era validada por el Registro.

En el Salón Juárez de la Segob remarcó que en ningún momento se pusieron en riesgo esos datos y, posteriormente en entrevista y a pregunta expresa, rechazó que haya alguna «copia o base espejo».

«En todo momento estuvo debidamente vigilada esa base de datos y, por lo tanto, existe la garantía total de que no se tienen copias. La base que se destruyó es la única que tenemos», insistió.

Alonso y Coria también garantizó que no existe ninguna posibilidad de que sea recuperada y abundó que para la destrucción de los datos se tomaron en cuenta las recomendaciones del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Mediante un script computacional se eliminó la información contenida en las llamadas tablas de verificación en la que aparecían los números telefónicos y la CURP que se encargó de validar la Segob.

Además se borró el nombre de usuario administrador y se terminó el proceso definitivo con el comando de la eliminación física de los archivos en un proceso que duró menos de cinco minutos.

En torno a la Cédula de Identidad Ciudadana para menores Alonso y Coria indicó que se tienen importantes avances y que se cuenta a la fecha con cuatro millones de registros en 11 entidades del país.

En el acto estuvieron Rubén Fernández Aceves, subsecretario de Enlace Legislativo de la Segob; Mauricio Farah Gevara, secretario ejecutivo del IFAI; Mony de Swaan, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, y el actuario Fabián Romo Zamudio, director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicación de la UNAM.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

México

Ellos son los cardenales mexicanos con posibilidades de convertirse en Papa

El humo blanco que anuncia la elección de un nuevo Papa es uno de los momentos más emblemáticos de la Iglesia Católica, con un proceso complejo detrás de esta decisión. El sistema actual de elección papal tiene sus orígenes en el decreto promulgado por el papa Nicolás II en 1059, que estableció a los cardenales obispos como electores.

Este decreto fue un punto de inflexión histórico, pues redujo la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero, sentando las bases para el Colegio Cardenalicio, formalizado en 1150. Hoy, este cuerpo es el encargado de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo.

Según National Geographic, el cónclave, como se denomina a la reunión de los cardenales para elegir al nuevo Papa, se celebra entre 15 y 20 días después de que el trono papal queda vacante, ya sea por fallecimiento o dimisión del pontífice. Este intervalo, establecido en 1922, permite que los cardenales de todo el mundo puedan viajar al Vaticano.
Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, aunque sólo 138 de ellos tienen derecho al voto en caso de la defunción del actual Papa Francisco, ya que deben cumplir con el requisito de ser menores de 80 años.

Qué cardenales mexicanos podrían aspirar a la elección

 

El Cardenal Carlos Aguiar Retes
El Cardenal Carlos Aguiar Retes participa en la ceremonia de inauguración como nuevo Arzobispo de México el 5 de febrero de 2018. (Reuters/Henry Romero)

Entre los 252 cardenales que conforman el Colegio Cardenalicio, seis son de México. Estos líderes religiosos han desempeñado roles clave tanto a nivel nacional como internacional, sin embargo, únicamente dos de ellos podrían ser considerados en un futuro cónclave: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega.
Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Él inició su formación en el Seminario de Tepic y continuó sus estudios de Teología en instituciones de Estados Unidos y México, posteriormente, fue ordenado sacerdote en 1973 y, en 2016, el papa Francisco lo nombró cardenal. En 2017, asumió el cargo de arzobispo primado de México, liderando una de las arquidiócesis más importantes del mundo, detalló la circunscripción eclesiástica.

Por otro lado, Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara desde 2012. Su nombramiento fue realizado por el Papa Benedicto XVI en 2011, consolidando su posición como una figura clave en la Iglesia mexicana. Robles Ortega ha sido un defensor de los valores tradicionales y ha trabajado en iniciativas pastorales para fortalecer la fe en su arquidiócesis.

Aunque debido a su edad ya no es considerado candidato para el cónclave, el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, también forma parte del Colegio Cardenalicio. Nacido en Celaya en 1939, Suárez Inda estudió en Roma y fue ordenado sacerdote en 1964. En 2015, el Papa Francisco lo nombró cardenal, reconociendo su labor pastoral en una región históricamente afectada por la violencia y la pobreza, según informó La Oficina de Prensa de la Santa Sede (el Bollettino Sala Stampa della Santa Sede).

Después, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, es otro de los cardenales mexicanos, aunque su edad lo elimina como candidato. Nacido en 1940 en el Estado de México, fue nombrado cardenal en 2020 por el papa Francisco con el título de San Luigi Maria Grignion de Montfort.

El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, nacido en Jalisco en 1933, fue nombrado arzobispo de Guadalajara en 1994 por el papa Juan Pablo II y, ese mismo año, recibió el birrete cardenalicio, aunque actualmente es arzobispo emérito.

Finalmente, en la misma situación que éstos últimos, se encuentra Norberto Rivera Carrera, nacido en Durango en 1942. Él fue designado obispo de Tehuacán en 1985 por el papa Juan Pablo II y, posteriormente, arzobispo primado de México, cargo que desempeñó durante más de dos décadas.

En qué consiste el cónclave

 

En el cónclave, la Iglesia
En el cónclave, la Iglesia Católica se encuentra ante una decisión trascendental que marcará el rumbo de los próximos años. (EFE)

El cónclave papal, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, es un evento rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Según detalló National Geographic, los cardenales electores permanecen aislados del mundo exterior hasta que se elige al nuevo Papa. Durante este tiempo, juran mantener la integridad del proceso y solo un reducido grupo de asistentes tiene permitido interactuar con ellos.

El proceso de votación se divide en tres etapas: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio. En la primera, se distribuyen las papeletas y se designan los encargados de recoger y contar los votos. Durante el escrutinio, los cardenales emiten su voto en secreto. Finalmente, en el postescrutinio, los votos se tabulan, se verifican y luego se queman.

El humo que emana de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina es el indicador visual para el mundo exterior. Si las papeletas quemadas producen humo negro, significa que no se ha alcanzado un consenso, en cambio, el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa. Aunque esta práctica se remonta al siglo XIX o principios del XX, el Vaticano ha modernizado los materiales utilizados para generar el humo. Desde 2005, se emplean productos químicos específicos para garantizar la claridad del color: una mezcla de clorato potásico, lactosa y resina de conífera para el blanco, y perclorato potásico, antraceno y azufre para el negro, detalló National Geographic.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto