Conecta con nosotros

Opinión

Vacunas olvidadas. Por Itali Heide

En el corazón de México se está desarrollando una insidiosa crisis de vacunación que proyecta una oscura sombra sobre las vidas de los ciudadanos más vulnerables. La ausencia de una cobertura médica universal y de una atención primaria básica ha dejado a innumerables familias atrapadas en una batalla sin cuartel por la supervivencia.

Mientras el mundo avanza con los avances médicos, en las zonas de difícil acceso en México, comunidades se encuentran quedando atrás. La falta de atención sanitaria accesible para los marginados y desfavorecidos ha dado lugar a una realidad desgarradora: niños, niñas y personas vulnerables están atrapadas en un ciclo de desamparo, incapaces de acceder a la atención médica más básica.

En esta sombría realidad, las comunidades más vulnerables se llevan la peor parte de la crisis. Las poblaciones indígenas, los habitantes de las aldeas rurales y los que viven en zonas urbanas empobrecidas quedan indefensos. El abismo de la desigualdad nunca ha sido tan grande, dejando a los marginados a merced de un sistema sanitario que se desentiende de su difícil situación.

A medida que la crisis de vacunación asola la nación, se hace evidente que los que deberían estar protegidos son los más desatendidos. La cruel ironía reside en el hecho de que mientras los privilegiados están aislados de la crisis, los más necesitados son abandonados por el mismo sistema diseñado para salvaguardar su bienestar.

Sin embargo, en medio de la desesperación, surgen voces de defensa. Están surgiendo movimientos de base, impulsados por médicos, enfermeras y ciudadanos compasivos que se niegan a permanecer de brazos cruzados mientras sus compatriotas sufren. Estos defensores exigen un sistema que reconozca el valor intrínseco de cada vida, independientemente de su estatus socioeconómico.

En esta lucha, destellos de esperanza brillan a través de la oscuridad. Medical IMPACT y The People’s Vaccine Alliance han dado un paso al frente para hacer frente a las desigualdades. Juntos, están forjando un camino hacia la vacunación universal y el acceso a la atención sanitaria para todos los mexicanos. Gracias a sus incansables esfuerzos, los suministros médicos y las vacunas llegan incluso a los rincones más remotos del país, sin que nadie quede a salvo de las garras de las enfermedades prevenibles.

La fuerza de una nación no reside en su riqueza o poder, sino en cómo eleva y protege a sus miembros más marginados. Es hora de que México atienda este llamamiento, dé prioridad al bienestar de sus ciudadanos más vulnerables y garantice que el acceso a la atención sanitaria sea un derecho fundamental, no un privilegio. Sólo entonces podrán empezar a cicatrizar las heridas de la crisis de la vacunación y el país podrá avanzar hacia un futuro mejor y más saludable para todos.

Opinión

OTAN. Por Raúl Saucedo

EQUILIBRIOS PRECARIOS

Desde su creación en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se erigió como un pilar de la defensa colectiva, forjando una alianza frente a amenazas reales o percibidas por Occidente. Hoy, la OTAN se encuentra en una encrucijada, enfrentando desafíos que ponen a prueba su resiliencia y capacidad de adaptación en un mundo cada vez más volátil. Su relevancia se ha reafirmado en las últimas semanas, en medio del conflicto entre Medio Oriente y Europa del Este.

A raíz de las tensiones en Europa del Este en años recientes, se han incorporado nuevos miembros como Finlandia y, próximamente, Suecia. Sin embargo, esta cohesión interna no es monolítica. Las divergencias en el nivel de compromiso militar, la dependencia energética de algunos países y las distintas visiones sobre cómo relacionarse con naciones no alineadas son desafíos que la Alianza debe sortear con delicadeza.

La OTAN enfrenta hoy un panorama geopolítico complejo. La creciente influencia de China y Rusia, la inestabilidad en Oriente Medio, las amenazas cibernéticas y el terrorismo transnacional exigen una agenda más amplia y una estrategia que vaya más allá de la defensa territorial tradicional del siglo XX. La Alianza ha comenzado a abordar estos temas, pero la velocidad y profundidad de esta adaptación serán cruciales para su futuro.

¿Podrá la OTAN mantener su enfoque principal en la defensa europea mientras desarrolla capacidades para enfrentar amenazas globales y no tradicionales?

Otro punto de fricción, evidenciado en la reciente cumbre en los Países Bajos, fue la carga compartida. La exigencia de Estados Unidos de que los miembros europeos aumenten su gasto en defensa al 5% del PIB generó debate. España, liderada por Pedro Sánchez, se opuso inicialmente, aunque finalmente cedió. Si bien los conflictos mundiales han impulsado a muchos países a incrementar sus presupuestos militares, la disparidad en el gasto y la percepción de que algunos se benefician de la seguridad proporcionada por otros sin contribuir equitativamente podría erosionar la confianza interna a largo plazo.

La OTAN de 2025 no es la misma que la de 1949. Su evolución ha estado marcada por las realidades geopolíticas de cada época. Sin embargo, el presente exige una autoevaluación profunda ante un mundo en constante cambio.

A raíz de la cumbre en La Haya, capital mundial de la justicia internacional, se investigó que México gasta el 0.7% del PIB en defensa (2024), situándose como el país número 22 en gasto militar y uno de los que más ha crecido en la última década. México, por “tradición diplomática”, ha sido mediador y respetuoso de la mayoría de los conflictos civiles y militares del siglo XX. No obstante, ante este nuevo dinamismo del reacomodo mundial en el siglo XXI, México deberá asumir una postura más activa dentro del equilibrio precario global.

@Raul Saucedo

rsaucedo@uach.mx

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto