Su nombre es “Rex” (acrónimo “exoesqueleto robótico”, en inglés), mide dos metros y el 70% de su organismo es comparable con el de una persona. Rich Walker, director ejecutivo de Shadow, señala: “Nos sorprendió cuántas partes del cuerpo humano pueden ser reemplazadas”.
Y es que para lograr su movimiento, el robot cuenta con un avanzado exoesqueleto y una serie de prótesis desarrolladas por distintas universidades y compañías, las cuales funcionan como reemplazo de una larga lista de partes humanas: piernas, brazos, manos, tobillos, pies, caderas, entre otras.
En cuanto a los órganos, “Rex” tiene en su interior sistemas que sirven para emular las tareas de órganos como el corazón, páncreas, hígado y riñones. Como si esto no fuera suficiente, el robot también posee una retina y un oído artificial con los que puede procesar imágenes y escuchar sonidos.
“Rex” estará exhibiéndose al público a partir de mañana 7 de febrero en el Museo de Ciencias de Londres, para posteriormente emprender un viaje a Estados Unidos. Quién iba a decir que Asimov estaría tan cerca de la realidad.
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