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Opinión

ARRAIGO…Por Jaime A. Fong R.

Hola amigos y amigas ¿como les ha ido? Déjenme les comento que el día de ayer en San Lázaro los coordinadores de los principales partidos presentaron una iniciativa muy interesante en relación a la figura del arraigo.

Pero, ¿Qué es el Arraigo?ARRAIGO II

El arraigo es una figura contemplada en el articulo 16 de nuestra carta magna, donde señala que la autoridad judicial a petición del ministerio publico podrá otorgar una orden de arraigo para aquellos sujetos que estén bajo una investigación de delitos de delincuencia organizada o bien sea necesario su retención para el éxito de una investigación ministerial.

Dicha condición siempre cuidando los derechos humanos y las condiciones de los indiciados o presuntos culpables. El plazo es de 40 días, pudiendo ser máximo hasta 80 días, a solicitud del ministerio publico.

Tipos de arraigo.

Existen dos figuras; la primera es el arraigo que se lleva a cabo en las instalaciones de la misma autoridad ministerial; la segunda, aquella figura que se desdibujo por el abuso de la autoridad durante los años anteriores en nuestro país debido a la crisis de inseguridad que empezaba, el arraigo domiciliario.

En ambos casos, el arraigo fue un sustituto de la investigación con criterios científicos que debe llevar a cabo el Ministerio Público de la Federación. Con ello, se desvaneció el carácter de excepcionalidad que debe tener la medida señalada y, por tanto, la finalidad de la medida quedó desvirtuada.

La propuesta.

Con el objeto de que dicha investigación se desarrolle de manera puntual y sin vulnerar los derechos humanos, se propone que el plazo del arraigo pase a ser de 20 días pudiendo extenderse a 40 días como máximo.

Ello con la finalidad de precisar, primero, que se trata estrictamente de una medida de carácter temporal. Es necesario referir que se intenta disminuir al máximo posible la duración de la vigencia de la medida.

Luego entonces tendremos que los agentes ministeriales encargados de las investigaciones de este tipo de delitos deberán de fundamentar de una manera profesional su trabajo y con ello ganarse de nueva cuenta la confianza de todos aquellos que directa o indirectamente conocemos de asuntos penales.

 

¿Conocen de algún caso donde se haya presentado el Arraigo?

 

 La gira por Asia, sirvió a los gringos –

Al tiempo, tiempo.

Nos leemos la siguiente semana.

 

Twitter: @jafongjaime fong

Jaime Agustín Fong Ríos, es originario de Ciudad Cuauhtémoc Chihuahua, egresado de la Licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua, ha trabajado como asesor de comisiones legislativas en el Congreso del Estado de Chihuahua y actualmente labora en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

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Opinión

Inflexión. Por Raúl Saucedo

LO QUE SE VIENE EL DOMINGO

En entregas anteriores como LA URNA (1) y LA CLAVE (2) abordamos puntos del próximo ejercicio democratico en méxico considerando que la próxima jornada electoral del 1 de junio emerge no sólo como un evento democrático más, sino como un auténtico punto de inflexión para el gobierno federal. Más allá de la renovación de Congresos y gobiernos locales en un par de estados, la inminente elección directa de jueces, magistrados y ministros representa un desafío sin precedentes y una oportunidad estratégica que definirá el rumbo y la legitimidad del país.

La propuesta de reformar el Poder Judicial y someterlo a la voluntad popular fue una bandera clave de la administración anterior y ha sido refrendada por la actual. La promesa es clara: construir una justicia más cercana al pueblo, transparente y libre de vicios. Sin embargo, la materialización de esta visión a través de las urnas el 1 de junio no es un camino exento de riesgos. Para la administración federal, el resultado de esta elección judicial no sólo medirá el respaldo ciudadano a una de sus principales apuestas, sino que también sentará las bases sobre las cuales operará el poder judicial durante su sexenio.

Si la elección del 1 de junio deriva en la llegada de juzgadores alineados con la visión del gobierno, la política ejecutiva se podría ver fortalecida su capacidad para impulsar la agenda sin los contrapesos que un Poder Judicial tradicionalmente independiente suele ejercer. Esto, desde la óptica de sus simpatizantes, sería un avance para desatorar reformas y proyectos que, en ocasiones, fueron frenados por resoluciones judiciales. Sin embargo, para los críticos y la oposición, significa una concentración de poder sin precedentes y una erosión de la independencia judicial, pilar fundamental de cualquier democracia.

Por otro lado, si los resultados de la elección arrojan un panorama judicial más plural, con la llegada de juzgadores que no necesariamente comparten la misma visión política, el gobierno federal se enfrentaría a un Poder Judicial que podría actuar como un contrapeso más vigoroso. Esto, aunque potencialmente generador de fricciones y debates necesarios, sería visto por muchos como un fortalecimiento del sistema democrático de pesos y contrapesos, garantizando que el ejercicio del poder se mantenga dentro de los límites constitucionales.

La forma en que se desarrolló la campaña electoral para los puestos judiciales, la participación ciudadana y, sobre todo, la legitimidad percibida de los resultados, serán cruciales. Una elección pulcra y transparente podría otorgarle un capital político inmenso para legitimar su proyecto de nación. Sin embargo, cualquier indicio de irregularidad o polarización exacerbada durante el proceso podría enturbiar la imagen del gobierno y sembrar dudas sobre la verdadera independencia del Poder Judicial desde su génesis electoral.

Desde este teclado en la Ciudad de México, dónde estamos convencidos que la certeza jurídica es clave para el futuro de una nación, la configuración del Poder Judicial será observada con lupa. Un sistema judicial que genere confianza es vital para la atracción de capitales y el mantenimiento del estado de derecho. La elección del 1 de junio no es solo una votación de nombres; es la definición de las reglas del juego judicial para la próxima década, y con ello, de la gobernabilidad y la estabilidad democrática.

Esta reflexión viene a causa de que hoy es el último día de proselitismo para aquellos contendientes que el domingo mas haya de buenas voluntades vivirán el sistema político mexicano.

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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