La muerte del joven afroamericano Trayvon Martin a manos del vigilante voluntario George Zimmerman ocurrió la noche del 26 de febrero de 2012 en la ciudad de Sanford, Florida.

Según lo relatado por Zimmerman, esa noche él se encontraba dando ronda en su vehículo por el conjunto residencial donde fungía como vigilante comunitario, cuando notó que Martin caminaba bajo la lluvia, con la capota de su suéter puesta y en una actitud bastante sospechosa.

Zimmerman llamó al Departamento de Policía de Sanford asegurando que Martin “parecía estar tramando algo o estaba drogado”. Sin embargo, en los registros oficiales no había ninguna indicación de que el joven hubiera participado en alguna actividad delictiva.

No obstante, el vigilante salió de su carro y tras concluir su llamada con la Policía, se enfrentó a Martin, lo que terminó en un disparo que acabó con la vida del afroamericano.

Cuando la Policía llegó al lugar de los hechos, Zimmerman estaba sangrando y tenía dos laceraciones en la cabeza, y justificó el disparo a Martin como una acción en defensa propia. Luego de ser llevado a la Estación de Policía de Sanford, Zimmerman fue liberado lo que generó protestas entre la comunidad afroamericana por lo que ellos consideraron se trataba de un caso de racismo.