Exhibidos. Ayer el equipo de comunicación del gobernador Javier Corral dio a conocer lo gastado en comunicación social durante el último año de gobierno de César Duarte, una cifra que asciende a más de 3 mil 600 millones de pesos tan sólo durante 2016, lo cual equivale a 60 veces más de lo destinado a la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, 27 veces más que para el Instituto Chihuahuense de la Cultura, y prácticamente el mismo presupuesto erogado para la UACh y la UACJ juntas. De ese tamaño fue el dispendio en publicidad para encubrir el cochinero de la administración pasada.

Transotas. Sólo por poner un ejemplo, está el caso de reporteros que por sus “servicios de comunicación” ganaron hasta un millón 800 mil pesos en un año, un sueldo muy superior al del presidente de la República, sin que en su carrera profesional destaquen por algo más que la zalamería a las autoridades en turno. Jamás un reportaje relevante, jamás una entrevista útil, puro lamer botas y cobrar por ello, cheque la lista.

Deudas. También hay casos de periodistas y medios que aparecen en las listas y en muchos casos se trata de comunicadores reconocidos, con ingresos muy modestos por servicios de publicidad que efectivamente se prestaron. El problema es que aunque ahí están los convenios, estos nunca se pagaron. Así se confirma que a quienes eran amigos del anterior equipo de Comunicación Social les tocó ‘zanahoria’, y a quienes se limitaron a hacer su trabajo les tocó ‘garrote’, según las palabras del gobernador Javier Corral.

Decisivo. El transparentar el gasto en publicidad oficial es una acción audaz y justa, pero arriesgada por parte del gobernador Javier Corral. Ni modo que a quienes recibían millonadas por echar flores les guste ser exhibidos, y mucho menos saber que ya no recibirán sus carretadas, por lo cual se espera un incremento en la crítica hacia el gobierno, y mucha lupa a sus acciones. Esperemos que dichas críticas sean certeras y duras, pero hechas a partir de trabajo e investigación serios, no de enojos viscerales y grillas baratas como están acostumbrados muchos de los que ya no recibirán chayote.

Libertad de expresión. Nada tiene de malo que un periodista cobre por su trabajo, ni siquiera cuando el cliente es el gobierno del estado. Lo malo está en un sistema de corrupción y complicidades que fue tejido tanto por políticos, empresarios y todos los círculos de poder fáctico, así como por periodistas que se dejaron seducir muy fácil. En este caso la información pasó a ser una simple mercancía para el mejor postor, dejando siempre en última instancia el interés informativo de la ciudadanía.

Embestida. Como ya lo dijimos, se viene una fuerte embestida contra el gobierno. No se sentirá tan rápido, tardarán días, semanas o meses para desatarla y depende mucho de la ciudadanía el respaldar al nuevo gobierno y ejercer una lectura más crítica de los medios informativos, conscientes de que lo que hay en radio, impresos, televisión e internet no es sólo periodismo, también son muchísimos intereses de varias bandas. Corral y su equipo de comunicación encabezado por experimentados perfiles como Antonio Pinedo, Enrique Lomas y Leoncio Acuña, por mencionar a algunos, deberán tener mucha habilidad pues el enemigo que se han echado encima no es fácil de domar, pero era necesario hacerlo por el bien no del gobierno, sino de Chihuahua.

Lobo de mar. Pero Javier Corral no actúa sólo por convicciones, sino también movido por una compleja estrategia que sólo un gobernador con su perfil podría entender y desplegar. Con décadas de experiencia en el periodismo, el fortalecimiento democrático y el impacto mediático, sabe mover los hilos con una gran habilidad. Una muestra es la propuesta de hacer un boteo para mitigar los efectos del endeudamiento severo que vive Chihuahua. Sabe que la gente necesita a diario su dosis de chirinola, y él es un experto en ponerla sobre la mesa y azuzarla. El boteo serviría de poco o nada para recaudar dinero, pero sería un arma tremenda para fijar agenda pública y generar golpeteo mediático contra la Presidencia ¿se imagina a un gobernador boteando para saldar las deudas de su antecesor, protegido de la PGR, del PRI y de Enrique Peña Nieto?

Periodistas de a pie son los que tienen más esperanza en que este reacomodo los favorezca. Si bien unos cuantos se engordaron con millones, la enorme mayoría recibe salarios miserables que pueden ir de unos cuantos pesos a, cuando mucho, 12 mil pesos al mes en promedio. Además no tienen seguridad social ni estabilidad laboral, mucho menos prestaciones o respaldo en caso de agresiones o abusos. Hoy más que nunca es una oportunidad para que el gremio se reorganice y haga un replanteamiento de su función en la sociedad chihuahuense. Ahora es cuando.

Otra cloaca hedionda fue destapada por el ex alcalde Carlos Borruel, ahora encargado de la Comisión Estatal de Vivienda, pues resulta que el convenio para recuperar cerca de 24 mil viviendas abandonadas, 18 mil en Juárez y seis mil en Chihuahua, pues hay irregularidades graves relacionadas con las empresas encargadas de reacondicionarlas, con el manejo de los subsidios federales, entre otro cochinero.