La visita de Enrique Peña Nieto a Chihuahua con motivo de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores dio mucho de qué hablar a nivel nacional. Sobre todo en lo tocante al mando único policial y la regionalización de estrategias.

Las opiniones al respecto no se hicieron esperar en un amplio abanico de posturas, que van desde quienes aplauden los esfuerzos por mejorar la coordinación y unificación de esfuerzos, hasta quienes ven en esta maniobra la pérdida de la poca autonomía que habían ganado los estados, pues las decisiones volverán a tomarse desde la capital del país. Hay un poco de todo.

Entre las voces críticas está la de Mario Vázquez, presidente del Comité Directivo del PAN, quien hizo una declaración que, aunque no lo quieran reconocer, caló en el PRI: afirmó que la Conago debe desaparecer, pues perdió su razón de ser.

El objetivo de la Conago era hacer un contrapeso a la figura del presidente, uniendo esfuerzos y voces para elevar sus propuestas. Durante el sexenio de Calderón se pintaron solos para resistir al poder central y el lunes volvieron a unir sus voces… para ovacionar al nuevo presidente. La vida da muchas vueltas.

La Conago fue ganando un papel protagónico en el país, e incluso llegó a hacer propuestas y tomar acciones concretas al margen de la presidencia, sobre todo en materia de seguridad. Todo eso quedó atrás, pues el nuevo presidente es de su partido y lo tratan de “patrón”.

Y ya que hablamos del gobernador César Duarte, este martes volvió a sonar el culebrón del subsidio a la educación en la entidad, ya que Chihuahua a diferencia de otros estados, destina cerca de la mitad de su presupuesto a la enseñanza. Hasta aquí no hay problema, a la educación no se le puede escatimar.

Lo malo es que no todas las entidades jalan parejo, y en muchas la Federación absorbe por completo este gasto, lo que da origen a un trato inequitativo para Chihuahua, por lo que solicitará al presidente que se establezcan criterios que den lugar a un trato más justo para Chihuahua.

Hablando de presupuestos, salió a relucir que no fue el fervor democrático el que motivó a la actriz chihuahuense Aracely Arámbula a ser la imagen de la próxima campaña del IEE de promoción del voto, sino un millón de pesos, para Arámbula unos chicles, para los ciudadanos una «lanota».

El IEE niega desde hace semanas esta versión y asegura que fue meritita convicción la de “La Chule”, quien cobra cómo mínimo 6 mil dólares por función de teatro en la que participa y tiene una larga lista de proyectos en puerta.

En un comunicado, el IEE aclaró que a Arámbula le salió lo filantrópico y que los gastos que se generen de esta participación corresponden solamente a la renta de las locaciones, vestuario y maquillaje, así como a los costos de producción, filmación, edición de los materiales y la entrega en los formatos correspondientes de los spots de dicha campaña

Pero el chisme apenas empieza. Ya corre el rumor de que fue un político chihuahuense quien, empeñado en hacer su luchita con la ex de Luis Miguel, ya le manda flores, ya le envía mensajes, ya pone a San Antonio de cabeza, pero sueña con dormir al menos una vez entre los brazos de la pelirroja. Hasta sueña, aseguran los cercanos a Arámbula.

Ya que hablamos de rumores, los que crecen día a día son los que circulan en torno a la muerte de Leobardo Díaz, presidente municipal de Urique, quien se dice recibió varias amenazas de muerte antes de caer a un barranco de 200 metros junto con uno de sus colaboradores.

Y si de por sí la gente es maliciosa y no cree la versión del accidente, la versión de la Fiscalía no ha hecho más que atizar las especulaciones, ya que se ha negado a dar detalles sobre los hechos y acreditar que efectivamente, no hubo más mano que la del destino.

Donde definitivamente el destino no tuvo nada que ver, fue en las maquinaciones de Enrique Seáñez, rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, ya que su plan para echar a Alfredo de la Torre avanza según sus planes.

Ayer martes se reunieron en el Salón de Consejo de la Rectoría los directores de las demás facultades, consejeros universitarios, y los aspirantes a dirigir la Facultad de Contaduría y Administración, quienes presentaron sus propuestas.
Será este miércoles cuando el Consejo Universitario vote quién será el nuevo director. Pensábamos dejarlo en suspenso, pero ni para qué. Todo apunta a que será Liliana Álvarez.