La violencia desatada en Michoacán y los grupos de autodefensas que se crearon para hacerle frente al narco son tema de agenda nacional. ¿Esto qué tiene qué ver con Chihuahua? Que surge el temor de que con la salida de los grupos criminales de aquel estado puedan emigrar a otros como el nuestro.

El gobernador César Duarte aseguró que no hay nada de qué temer pues el Estado con el apoyo de la Secretaría de Gobernación cuenta con una estrategia de seguridad para impedir que se genere un “efecto cucaracha” hacia tierras chihuahuenses, aparte de que “en Chihuahua el que la hace la paga».

Decirlo suena muy fácil, pero que no se nos olvide que aunque hay una baja en los delitos todavía seguimos frágiles, y un repunte en la violencia no es algo imposible. El gobierno deberá ser firme pero también hacer una reflexión profunda sobre los porqués del nacimiento de estos grupos.

¿Otra revolución? No se sabe, pero de que vienen cambios, los viene. La población ya está harta y en Michoacán llegaron al punto de que tanto olvido por parte del gobierno los hizo estallar. Dicen que violencia genera más violencia, pero qué hacer si ninguna ley, reclamo, llanto, marcha o manifestación sirve para darle un giro a este país.

Por lo pronto los municipios de Guadalupe y Calvo y Parral fueron acoplados junto con Chihuahua y Juárez a un programa de prevención de violencia e inseguridad, como parte de una estrategia nacional para reforzar los logros que se tiene hasta el momento en la materia, y seguir con la disminución de los índices delictivos.

Pero mientras en algunos unos municipios el ambiente es un poco más favorable, en otros la violencia continúa; ahora fue el caso de Valle de Allende en donde un grupo de hombres armados se metió hasta la Presidencia Municipal para levantar a uno de sus funcionarios a punta de balazos, ahí nomás.

Desde el 15 de enero se supone que iniciaron las acciones contra los vehículos “chuecos”,  pero hasta el momento en la capital sólo se han realizado algunas infracciones por circular sin placas pero no los decomisos. El delegado de la Dirección de Vialidad, José Lemus Herón, informó que esperan la orden de la Fiscalía para poder mandarlos al corralón.

Y aunque en Chihuahua los “chocolates” pueden sentirse un poco más seguros de que no serán cazados, en Juárez la orden de que no habrá operativos les pasó de noche. Ciudadanos reportaron que hordas de policías municipales, estatales y federales se instalaron en diversos puntos de la ciudad para detener a los carros sin placas y extorsionarlos. ¿Será que ya se les acabó el aguinaldo?

Los que se quedaron con ganas pero de aumento de tarifa fueron los concesionarios del transporte público quienes exigen un alza al pasaje, lo cual ya fue negado por el Gobierno del Estado, señalando que, al menos de momento, esto no es viable. Claro que no, de hacerlo, segurito que los usuarios se manifestarían y hasta quebrarían algunos vidrios. Los ánimos están demasiado calientes como para buscarle ruido al chicharrón.

Justo ayer el director de Transporte de Gobierno del Estado, Jaime Enríquez, tuvo una comparecencia con los diputados locales para resolver las dudas sobre el funcionamiento del ViveBús y las rutas troncales, sistema que ha tenido un centenar de fallas por las que obviamente los ciudadanos no estarían de acuerdo con otro aumento a la tarifa.

Después de varias horas de charla, los diputados se quedaron en las mismas y decidieron terminar la reunión sin resultados tangibles ni acuerdos qué pactar. Parece que la Diputación Permanente todavía trae el ritmo de las vacaciones porque ninguno de los legisladores parece haber vuelto a trabajar como se debe.

Ahora están planeando convocar a un periodo extraordinario de sesiones con fecha tentativa del 24 de enero; sin embargo, los panistas han desequilibrado todos los planes pues ese día andarán en una reunión en la Sierra donde definirán las estrategias para la reunión nacional que se aproxima.

Por cierto que este sábado habrá un tremenda tensión en el PAN nacional, ya que sesionará el Consejo Político Nacional que determinará las bases y fechas de elección a la dirigencia nacional, con lo cual inicia el proceso interno para ir por el trono que actualmente posee Gustavo Madero y que quiere renovar.

Los piques entre los posibles candidatos están muy fuertes, sobre todo los de Ernesto Cordero contra Madero, quien le exige que renuncie. Ya no queda tiempo. Madero deberá elegir si renuncia para ir por la reelección o se queda a terminar su periodo y pone a algún candidato sorpresa; la primera opción es la más esperada.