Quien está dando la sorpresa es el joven Miguel Riggs, que del limbo político total, ya está haciendo temblar al equipo de Ortuño, que nada más no ve llegar la candidatura, primero arrebatada por Toño López quien al final le hizo el feo, y luego a manos del basquetbolista profesional, quien pese a ser poco conocido, proyecta una personalidad joven y vivaz que está cosechando simpatías entre los panistas.

Otra de las ventajas de Riggs es haber marcado distancia de las alas radicales del PAN, esas que tanto daño le han hecho al partido, sin dejar atrás su cuna de la “familia feliz”. Además, su exitosa carrera deportiva y empresarial hablan bien de él, pues bien aprovechado, podría ser un candidato que conecte con los jóvenes y con los emprendedores, puro para adelante.

Una muestra es la encuesta interna de Segundo a Segundo, donde el hijo de Carolina Baeza abarca el 52% de las preferencias, mientras que Tere Ortuño alcanza apenas el 31%. De Guillermo Villalobos ni hablamos, pues realmente tiene esperanzas casi nulas y todo pinta que buscará negociar su apoyo para tratar de inclinar la balanza en el último momento.

Lo cierto es que ya se están cocinando un par de debates, en los que los tres aspirantes participarían con sus propuestas y puntos de vista, aunque aún no se decide si se les dará la libertad de darse con todo, o  serán simples e insípidos foros donde parlotearán un rato sin decir mucho.

Las ventajas de un debate serían captar la atención de la ciudadanía y de los mismos panistas, hacer chisme pues, sin embargo los patadones podrían estar recio, lo que dejaría a muchos dolidos, aunque el PAN no tiene mucho que perder en este rubro, más divididos no podrían estar.

La opción de los foros les amarraría la lengua, pero eso no es garantía de unidad ni de concordia, aunque sí de apatía y desinterés del propio panismo, que tendría que escuchar las tres apelmazadas propuestas de un sentón.

Y de que el PAN quiere dejar los pelos en el alambre, no hay duda, pues ya preparan una denuncia contra Javier Garfio por actos anticipados de campaña, luego de la reunión abierta que sostuvo con diputados del PRI, a la que invitó a los medios de comunicación.

Esta reunión generó molestia en el PAN, que no ve con buenos ojos el “fuera de lugar”, pero molestó también en el PRI, donde muchos no entienden por qué tanta urgencia de Alejandro Domínguez y Francisco Salcido para presumir la buena relación con el precandidato, al grado de hacer este escándalo.

Y es que parece que el reloj de Garfio no funciona bien, pues entre que se atrasa con el ViveBus y se adelanta con las campañas, le llueven problemas gratis.

¿Qué necesidad tenían los diputados Alejandro Domínguez, coordinador del PRI y Francisco Salcido, presidente del Congreso del Estado, de presumir y anunciar a los cuatro vientos la visita del aspirante tricolor a la Presidencia Municipal, Javier Garfio Pacheco? En el partidazo hay quienes se hacen esa pregunta, sobre el hecho que ya dio motivo al PAN para denunciar a los presumidos legisladores y al abanderado.

Así, los inoportunos legisladores confirman lo que la ciudadanía sospecha. Que la prioridad son las campañas y que no importa valerse de recursos y horas de trabajo, con tal de mostrar apoyo al ungido (y eventualmente recibir favores también).

Pero si brilló la presencia de Garfio en el Congreso, también lo hizo su ausencia en el curso de curso de capacitación los candidatos del PRI, donde tampoco se apersonó Enrique Serrano, ni los candidatos a diputados Teporaca Romero y Eloy García.

En la “escuelita”, se explicó a los aspirantes cómo manejar profesionalmente sus finanzas durante las campañas, para evitar cuentas mochas o salir luego con que a Chuchita la bolsearon.

A los que no les salieron las cuentas fue al Gobierno del Estado y el Municipio de Chihuahua, pues tuvieron que aprobar un “prestamito” urgente de 130 millones de pesos, para concluir obras que estaban ya presupuestadas y bien cobradas.

Aquí el tache no es para Quezada, pues su administración ha puesto los recursos que le tocaban y ha tenido una más o menos buena gestión de sus recursos. El préstamo sería para cubrir los fondos que debiera aportar el Gobierno del Estado, que pese a tanto cacarear su liquidez y finanzas sanas, esta no se ve por ningún lado. Aunque ya se dijo que el préstamo lo pagará el Estado en cinco meses, el municipio ya debe 290 millones de pesos.

Como ya le hemos dicho, una de las máximas de la política mexicana es “entre más obras, más sobras”, y aún ven cómo sacarle más jugo a las obras de remodelación del Centro y de La Cantera. Lo que se busca, dicen, es concluir dichas obras antes de que termine la administración ad majorem PRI gloriam (para mayor gloria del PRI).

Pero espere, si ya se asustó con la deuda, ahora sí agárrese porque la que estuvo de infarto fue la reunión de Mario Vázquez, dirigente estatal del PAN, con el “peligro para México” Andrés Manuel López Obrador, pues a pesar de sus enormes diferencias políticas los une un propósito común: despedazar al PRI.

Fue el pasado domingo cuando el ex candidato presidencial se reunió con Vázquez para analizar el arrebato de Miguel Jurado y la “tumbada” de Antonio López, así como el súbito amor que despertó el tricolor en los perredistas Hortensia Aragón, Pável Aguilar y Héctor Barraza, todos ellos seducidos por la maquinaria política del PRI, de una forma o de otra.

Pese a su odio natural y mutuo, ambos son presas para el gobernador, quien se ha encargado de aniquilar buena a parte de la oposición política, así que el miedo y los chicotazos los han obligado a unirse.

Como da vueltas la vida, ya que el tabasqueño, crítico feroz del panismo, mejor fue recibido por este partido que por sus ex aliados, quienes ya sueñan con despachar arropados por el priísmo y le hacen el fuchi al que meses atrás fuera su caudillo. El “maíz con gorgojos” tiene capacidades persuasivas insospechadas. Héctor Barraza, con todo, le exigió respeto a AMLO y aseguró no haber sido “maiceado”, aunque tiene décadas en la nómina estatal, de una forma o de otra.

A Duarte y su equipo, estas críticas les importan un comino, es más, casi los halagan y les dan risa. Por lo pronto, el mandatario hizo un espacio en su ocupadísima mente para dedicar un poco de atención al que será el festejo por sus 50 años de vida.

Duarte, es un político incansable, que no ha resentido, al menos visiblemente, los constantes desvelos, corajes e intensidades propias de la vida pública, más cuando se gobierna a un estado tan complicado y virulento como Chihuahua, y con un enorme éxito personal, pues que le han salido las cosas como él quiere, nadie podría negarlo.

Así, este sábado 13 de abril está programada la fiesta, que congregará a toda la monarquía priísta, grillos medios y uno que otro colado. También acudirán los dueños de los distintos pueblos de Chihuahua, caciques y, por supuesto, familiares y amigos.

Duarte se acerca así a la mitad de su gestión, con un coto de poder personal que no para de ascender y que parece que no lo hará en el corto plazo, a diferencia de muchos otros mandatarios a quienes a estas alturas ya se les vería como “de salida”. El poder de Duarte parece haber llegado para quedarse por mucho tiempo más.