Luego de la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Ojinaga, y su anuncio de la eliminación de cuatro garitas en el estado que aseguraban el libre paso de la frontera al resto del territorio, policías federales se hicieron de oídos sordos y no les bastó la orden presidencial para dejar de hacerle a la revisión y a la extorsión de paisanos.

Varios viajeros que tuvieron que circular por Villa Ahumada pusieron la denuncia referente a revisiones arbitrarias y peticiones de dinero a cambio de dejarlos seguir tranquilos su camino. Claro, ya es época navideña y los uniformados necesitan de dónde sacar su aguinaldo.

El problema está en que por más reformas que hagan, mientras no se apliquen en la práctica, el discurso se torna vacío. Antes de impulsar este tipo de acciones deben prever cuál va a ser la reacción ante el cambio, pues mientras al perro no se le eduque va a seguir robándose la comida de la mesa.

El gobernador César Duarte ya dijo que  a partir de la orden de Peña Nieto, ningún policía está autorizado para detener a los viajeros en retenes, efectuar revisiones ni pedir dinero, por lo que en caso de ser víctima de un abuso exigió que se denuncie de inmediato ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

La eliminación de las garitas son un arma de doble filo, ya que a pesar de que su fin es tornar más fácil el tránsito de mercancías que beneficiarán a los empresarios, que tan molestos estuvieron con la homologación del IVA en la frontera, también se vuelve fácil para los negocios ilícitos.

Y hablando de negocios, este fin de semana se llevó a cabo el Teletón, el cual atrajo el apoyo de empresas, instituciones, dependencias de gobierno y ciudadanos. César Duarte junto con su esposa Bertita recolectaron dos millones 350 mil pesos que fueron donados para el mantenimiento y construcción de más CRIT.

Sabemos por declaraciones de varios empleados (menores) de gobierno que fueron obligados a aportar una donación voluntaria (obligatoria) de hasta 400 pesos, y por el miedo a ser despedidos tuvieron que hacerlo. Así sucedió en cada uno de los 67 municipios de la entidad.

En Juárez ya arrancó el ViveBús, luego de decenas de interrupciones para poderlo echar en marcha. El fin de semana se puso la prueba de operación en la que hubo una sobredemanda del 20 por ciento, y se espera que ya en días hábiles utilicen el transporte alrededor de 47 mil habitantes.

Sin embargo, el estado de los camiones no es el correcto. Chihuahua utilizó algunos de los que serían utilizados en la frontera para dar abasto a la sobredemanda de la capital, pero los devolvió en un estado deplorable. También serán utilizados los autobuses que adquirió el entonces alcalde José Reyes Ferriz.

Hace dos años estas unidades fueron calificadas como inadecuadas por el Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México, pero ayer comenzaron a circular por las principales avenidas de Juárez. Los camiones no cumplen con los requerimientos de sustentabilidad, cuidado ambiental ni eficacia para un proyecto de este tipo.

Lo que también es un problema en Chihuahua es la educación. Un reporte emitido por la Secretaría de Educación Pública ubica a nuestro estado en el tercer lugar con más deserción escolar en nivel medio superior, sólo por debajo de Nuevo León y el Distrito Federal. Los motivos: carencias económicas, inequidad, problemas familiares y la falta de aprovechamiento.

Recordemos que César Duarte decretó que todos los que quisieran estudiar el bachillerato tendrían un espacio seguro en las escuelas, logrando un ingreso de 54 mil estudiantes en todos los subsistemas del bachillerato; sin embargo, de esos sólo se han podido mantener dos de cada 10 estudiantes.

La falta de infraestructura para enseñar hasta a 50 alumnos en un micro salón, siempre puso en duda la efectividad de la iniciativa, aunque también tiene mucho que ver el hecho de que las personas de escasos recursos deben comenzar a trabajar desde muy jóvenes para ayudar con los gastos del hogar, así el estudio queda en segundo término.

Pasando a temas partidistas, a Mario Vázquez, dirigente del PAN, quien sería capaz de vender hasta su alma al diablo por lograr la reelección, no le está yendo nada bien. Además de todos los líos y chismes en los que se ha metido en los últimos meses, ahora enfrenta una denuncia por amenazar a un periodista.

El comunicador juarense, Francisco Ortiz Bello, denunció hostigamientos y amenazas vía telefónica por publicaciones sobre el panista en su Facebook. Esto podría dejarlo aún más alejado de servir de nueva cuenta como dirigente estatal, pues aunque en un principio negó las acusaciones, ahora no quiere hablar sobre el caso.

La fuerza mediática podría ser muy dolorosa para Vázquez Robles, pues Ortiz Bello ya cuenta con el respaldo del gremio periodístico, y tener en su historial el atentado contra la libertad de expresión y prensa, la represión y censura de opiniones, sin duda que dejará una mancha profunda.

Mientras tanto, en el PRI, eligieron a Fermín Ordoñez como el presidente del Comité Municipal quien llega a sustituir a Fernando Mendoza, luego de que dejara su puesto para integrarse al equipo de trabajo de Javier Garfio Pacheco en la Secretaría de Ayuntamiento.