Agentes de la Policía Federal (PF) localizaron y destruyeron dos enormes cultivos de mariguana e incineraron aproximadamente 120 toneladas de la droga, además que desmantelaron y aseguraron diversos implementos para cultivar hierba.

En un comunicado de prensa, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó que como parte del programa de Estrategias de Seguridad Pública en Materia de Prevención y Combate al Delito, los efectivos realizaron tareas de reconocimiento aéreo y terrestre en la sierra entre las entidades de Sonora y Chihuahua, logrando ubicar alrededor de 17 mil metros cuadrados de sembradíos ilegales.

La PF en coordinación con el Ministerio Público de la Federación, así como peritos en Química Forense y Criminalística de Campo, implementaron un operativo en el kilómetro 254 + 800 de la carretera (16) Hermosillo-Yepachic, municipio de Yécora, Sonora, como resultado de sobrevuelos y trabajos de inteligencia e investigación de campo», dicta el boletín.

En la zona serrana, elementos de la corporación detectaron un terreno irregular de difícil acceso, sembrado de plantas con las características de la mariguana, con una superficie total de 14 mil 400 metros cuadrados, promediando ocho plantas por metro cuadrado, que una vez pesadas arrojaron un total aproximado de 103 mil 680 kilogramos, mismas que fueron incineradas.

Al continuar con los recorridos terrestres, policías federales hallaron un segundo predio, en despoblado, diseñado y acondicionado para la siembra de enervantes, con una superficie aproximada de 2 mil 500 metros cuadrados, también con ocho plantas de la hierba con las características de la marihuana por metro cuadrado, que arrojó un peso total aproximado de 16 toneladas, que también fueron incineradas», agregó la corporación.

En total fueron 16 mil 900 metros cuadrados de superficie sembrada con plantas de mariguana con un peso de 119 mil 680 kilogramos; los agentes realizaron operativos para dar con los responsables de los cultivos pero hasta el momento no han reportado la detención de ningún sospechoso.

Fuente Excélsior