Abandonada por su madre en el hospital en el que nació, sin un padre que la reconociera y tras ser rechazada por siete familias convencionales, el Tribunal de Menores de Nápoles autorizó a un soltero la adopción de una niña recién nacida con Síndrome de Down.

A pesar de que esas siete familias figuran en la lista de espera para integrar a un niño o una niña a su hogar, todas se negaron a acogerla por el trastorno genérico con el que nació.
Ante tal escenario, el Tribunal aceptó en calidad de excepcional el pedido incondicional formulado por un hombre soltero para hacerse cargo de la niña. Cabe destacar que el estado civil del sujeto era considerado por los jueces como “poco adecuado”, pero la ley que regula las adopciones prevé excepciones en casos de “grave discapacidad”.

Por ahora, el soltero recibió a la niña por un periodo de prueba de 10 meses; al término del periodo, los jueces evaluarán si existen condiciones para que la adopción sea autorizada de forma definitiva.

Cabe recordar que los principales problemas a los que se enfrentan las personas que viven con Síndrome de Down son la discriminación, la ausencia de programas de inclusión en actividades escolares y laborales y el abandono familiar.

En países como España existen programas que contribuyen a que estos jóvenes logren independizarse de sus padres y adquieran responsabilidades, pero para alcanzar esto es fundamental el apoyo familiar.