La empresa canadiense RIM está investigando por qué el dispositivo Blackberry de un niño de 11 años se incendió sin razón aparente. El diario británico The Guardian publica que Kian McCreath sufrió quemaduras en sus piernas después que su Blackberry Curve 9320, comprada en una tienda de Birmingham, Inglaterra, justo dos semana antes, entrara en un proceso de combustión espontánea.

En el incidente también ardieron en llamas la cama y el colchón presentes en la habitación que comparte con su hermano de 13 años en Holbrooks (Inglaterra).

Los padres de McCreath reclamaron que el plástico se derritió y se le adhirió a sus piernas, por lo que tuvo que ser enviado de urgencias al Hospital Universitario de Coventry. Los representantes del niño han solicitado a RIM que retire este modelo de las tiendas antes de navidad.

Sin embargo, aunque ya han aparecido fotografías del dispositivo carbonizado en cuestión, RIM ha señalado en un comunicado que las pruebas en físico no han llegado a sus manos.

«Un alto cargo de nuestro equipo se reunió con la familia para iniciar una investigación completa. Para proceder nosotros solicitamos los productos que están involucrados en este incidente para que sean sometidos a una revisión técnica completa. En este punto de la investigación la familia aún no ha provisto a RIM del dispositivo con la batería o el cargador y han señalado que no les ha sido posible localizar el móvil. Tenemos a un equipo a la espera para proseguir con esto tan pronto la familia nos de el dispositivo», ha señalado RIM en un comunicado publicado en The Guardian.

Otros móviles de diferentes marcas también han tenido experiencias similares. Cuando el iPhone 4 salió al mercado se recibieron muchas denuncias sobre móviles que se incendiaban. RIM ha señala que el dispositivo Curve 9320 está diseñado para un público joven y en Agosto de este año fue una de los móviles más solicitados en Inglaterra.