China está flexibilizando gradualmente sus controles en muchos ámbitos de la vida, pero Pekín mantiene un estricto control sobre la tecnología y el acceso a los medios de comunicación. Estas siete cosas todavía están prohibidas.

Twitter
El cambio está en marcha en China. Sus dirigentes han prometido un papel determinante para los mercados en la inmensa economía, y recientemente quitaron una prohibición impuesta hace 14 años sobre el uso de las consolas de videojuegos. Sin embargo, en muchas áreas, todavía hay un largo camino por recorrer.
Intenta usar Twitter, por ejemplo. ¡Qué mal!
No se puede tener acceso a la plataforma de medios sociales desde dentro de la llamada «Gran Cortafuegos de China», un proyecto de censura operado durante décadas por el Partido Comunista.
Miles de sitios web tampoco pueden ser vistos dentro de China, pero las plataformas de medios sociales son las que principalmente llaman la atención de los censores.
Los analistas dicen que Pekín estaba particularmente nervioso por el papel que jugaron los medios sociales en la Primavera Árabe y en la Revolución Verde del 2009 en Irán, dando lugar a un apagón en el servicio.
Facebook
China bloqueó Facebook (FB, Fortune 500) en el 2009, y no existen señales que Pekín planee restaurar el acceso a la plataforma de medios sociales con base en Estados Unidos.
Algunos analistas relacionan la prohibición con los disturbios que ocurrieron en julio de ese año entre musulmanes uigures y chinos han en la intranquila región occidental de Xinjiang.
Pero otros también citan un motivo comercial proteccionista.
Los sitios de medios sociales con sede en China están autorizados para operar en el país, lo que ayuda a promover la industria de la tecnología interna. Aún así, estas plataformas están fuertemente censuradas. Los operadores nacionales aceptan esto como un hecho de la vida, mientras que las empresas occidentales de tecnología son menos probables a ceder el control.
Películas extranjeras
Los reguladores chinos solo permiten que se exhiban 34 películas extranjeras en los cines por año, lo que limita gravemente el acceso a los últimos éxitos de Hollywood.
Las películas aprobadas aún enfrentan la mano dura de los censores estatales, quienes editan cualquier cosa que el Partido Comunista considere ofensivo o subversivo.
Las audiencias chinas aman las películas extranjeras optimizadas y Hollywood está ansioso por que los reguladores amplíen su cuota.
A pesar de la ventaja comercial que les da, los cineastas chinos probablemente continuaran luchando con Pekín por la censura. China elogió al director de origen taiwanés Ang Lee, cuando ganó el premio de la Academia al Mejor Director en el 2005. Su película «Secreto en la montaña» nunca fue exhibida en China.
Casinos
Beijing prohibió los juegos de azar en 1949, y los casinos no están autorizados para operar en China. Sin embargo, muchos chinos tienen una inclinación hacia los juegos de azar, una tradición que se remonta a miles de años.
Hoy en día, la prohibición general no impide que la China empresarial establezca operaciones de juegos de azar y loterías subterráneas privadas.
La política también ha dado lugar a un círculo de casinos que opera en las afueras cerca de Pekín. El más notable de estos territorios es Macao, el cual cuenta con una industria de casino que es siete veces más grande que Las Vegas.
Sitios web
Pekín bloquea el acceso a miles de sitios web en cualquier momento dado, incluidas las plataformas de medios sociales y sitios web que contienen pornografía.
Los censores también prohíben que los usuarios de Internet visiten sitios que critican al Partido Comunista o abordan temas delicados como los derechos humanos.
Los resultados de búsqueda y servicios de mensajería de los medios sociales también son censurados, obligando a los usuarios de Internet que usen un lenguaje alternativo ingenioso para discutir noticias o acontecimientos históricos como las protestas de la Plaza de Tiananmen y la represión.
El proyecto de censura masiva ha sido apodado como el Gran Cortafuegos de China, y el uso de una red privada virtual o proxy seguro son las únicas maneras de acceder a sitios web prohibidos.
Libros
La Administración General de Prensa y Publicaciones de China escanea todos los libros antes de su publicación en China, y la censura es un procedimiento estándar.
Las charlas de importancia fundamental sobre los derechos humanos, el Tíbet o el Partido Comunista están prohibidas. Presentar informes sobre el patrimonio de los funcionarios chinos también está prohibido.
Las editoriales que esquivan las normas son clausurados rápidamente, dejando a los autores con una elección: estar de acuerdo con la censura o perder el acceso a los 1,4 mil millones de lectores potenciales.
Los libros a menudo son pasados de contrabando en China desde jurisdicciones que incluyen a Hong Kong, donde los editores disfrutan de más libertad. En las librerías de la ciudad abundan las obras desde todo lo relacionado con el presidente Xi Jinping hasta la hambruna devastadora de China que mató a más de 45 millones de personas durante el «Gran salto adelante».
Snapchat
Facebook y Twitter no son las únicas redes sociales bloqueadas en China. Los usuarios chinos tampoco pueden tener acceso a Snapchat. Youtube también está bloqueado.
Mantener a las empresas occidentales fuera les ha dado a las compañías de tecnología chinas tiempo suficiente para desarrollar sus propias redes.
Algunas de esas compañías locales ahora están prosperando.
Weibo y WeChat cuentan con cientos de millones de usuarios, mientras que los servicios de transmisión de vídeo como Youku, Sohu e iQiyi son muy populares.