Ser despedido de la empresa en la que trabajamos es una de las experiencias más complicadas y una de las pruebas más grandes para demostrar la capacidad para superar momentos difíciles.

La rescisión de contrato no sólo impacta en el ánimo de las personas. Las complicaciones vienen cuando el aspecto económico se ve comprometido, sobre todo cuando no se tienen otros ingresos.

Aunque el despido puede ser de un momento a otro, hay señales que nos pueden decir que la estancia en la compañía está en peligro. Si es posible, hay que empezar a buscar trabajo aun cuando la posibilidad no llegue a cumplirse.

El sitio RR-HH.com ofrece cinco consejos para pasar ese trago amargo:

1.- Conversar con la pareja e hijos: Es importante discutir sobre el futuro, siempre con un enfoque positivo y sin culpar a nadie. Fije los servicios y las necesidades principales.

2.- Prepare una estrategia: Es importante planear por dónde se comenzará a buscar empleo. Hay que preparar un currículum enfatizando los conocimientos y experiencia, y buscar empresas afines.

3.- Usar a los contactos: Es un momento complicado y el miedo al rechazo es lo último que hay que pensar. Hay que abrir la agenda, contactar a amigos, colegas o familiares. Mientras más grande sea la red, hay mayores posibilidades de conseguir un trabajo lo antes posible.

4.- Ser sincero: Es importante no decir mentiras y explicar brevemente por qué fue despedido de su último trabajo. Si el reclutador pide referencias y sabe que hablarán mal sobre su desempeño, facilite contactos de compañeros para que el empleador tenga otra recomendación.

5.- Practicidad: Si se logra tener una entrevista, lo importante es ser práctico. Mostrar las habilidades y explicar claramente su experiencia. Al reclutador no le importará si lo despidieron si demuestra capacidad para trabajar.