Según Vadim Drobiz, director del Centro para Comercio Federal y Regional de Alcohol, durante los siguientes diez días de festividades los rusos beberán en conjunto hasta 1.5 mil millones de litros de alcohol, dicho de otra manera: si todas las botellas consumidas durante las festividades de Año Nuevo se alinearan en el ecuador, darían 17 vueltas a la circunferencia de la Tierra.

Curiosamente, el cliché de los rusos ahogados en vodka no es el mismo que en otros tiempos, ya que en los últimos años el vodka no es la bebida preferida de los rusos, sobre todo para los tiempos de crisis que enfrentan. El precio de un buen vodka sigue subiendo y ya ha alcanzado al del whisky importado al país, convirtiéndose en la nuevapreferencia de los rusos, un segmento de mercado de rápido crecimiento.

“Una parte considerable de la población no es capaz de alcanzar una vida cómoda, por ejemplo, comprar un buen coche o un apartamento, y cosas así, pero a veces comprar una botella de whisky de 500 rublos (unos 30 dólares), hace que la gente se sienta más cerca de la elite. Esto es típico de los rusos “, dijo Drobiz.

De acuerdo con las estadísticas del mismo centro, de enero a noviembre de 2012 los rusos bebían alcohol 32% más que en el mismo periodo del año pasado. Esto solo viene a confirmar que los rusos son unos campeones cuando se trata de emborracharse.

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