El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del gobierno federal, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló que los lugares que se inundaron en Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Sinaloa por las fuertes lluvias asociadas a los huracanes Ingrid y Manuel, que dejaron cientos de personas afectadas y decenas de fallecimientos, eran espacios donde indebidamente se construyeron viviendas, fábricas o espacios turísticos, ya que estaban catalogados como zonas de riesgo o no propicios para la urbanización.

Por ello, anunció que firmarán convenios con los ayuntamientos de las 90 ciudades más importantes del país para evitar que se otorguen permisos de construcción en zonas de riesgo para asentamientos humanos.

Durante la clausura del foro de consulta para la integración de los programas nacionales de desarrollo urbano y de vivienda que se llevó a cabo en Pachuca, Hidalgo, el titular de Sedatu expuso que los fenómenos climatológicos que afectaron al país recientemente demostraron que, si bien aumentó la eficacia de respuesta ante las catástrofes, aún falta mejorar la capacidad de prevención a través de la planeación urbana.

“Hace diez años, el déficit de vivienda en nuestro país rebasaba los 16 millones, hoy, ese déficit se ha reducido a casi 10 millones, pero la diferencia está en cómo hacer las cosas, y esa diferencia la muestra la realidad de la colonia Luis Donaldo Colosio, en Acapulco Guerrero, donde 70 por ciento de 15 mil casas estuvieron días enteros sumergidas en más de 70 centímetros de agua lodosa, eso es más contundente que cualquier estadística”, ejemplificó.

En entrevista posterior al evento, el ex diputado federal por Yucatán hizo un llamado a los ejidatarios a no malbaratar sus tierras, ya que reconoció que mediante la extorsión han sido despojados de ellas a precios muy bajos por parte de empresarios. En tanto, a los gobiernos estatales les demando ajustarse a la nueva política de desarrollo territorial de la Federación para evitar puntos de riesgo y propiciar un crecimiento ordenado en las capitales.

“Apenas se ha trasladado el dominio de cinco por ciento de la propiedad social en México, lo malo es que son mil 700 ejidos, aproximadamente, que, no han malbaratado, sino regalado su tierra, a los desarrolladores, quienes mediante ofertas e incluso mediante presión, les han quitado sus tierras, sobre las cuales se han construido grandes obras. Los beneficios no le llegan a los ejidatarios, que pierden en una sola jugada, en una sola movida, lo único que tienen”, dijo.

Respecto a los recursos que anunció el presidente Enrique Peña Nieto como parte del Fondo para la Aceleración Económica de las entidades federativas, comentó que Hidalgo podrá hacer la solicitud por el monto que requiera para desarrollos de vivienda, cuyo fondo es de 12 mil millones de pesos. Confió en que con el presupuesto que le sea asignado al Ejecutivo local se beneficie a los desarrolladores hidalguenses.

Ejemplo de desorden urbano

El gobernador del estado, Francisco Olvera Ruiz, reconoció que Hidalgo es un ejemplo de “lo que no se debe hacer en materia de asentamientos urbanos”, ya que autoridades municipales han otorgado permisos a fraccionadores en zonas inadecuadas, lo cual ha impedido que en algunos puntos existan todos los servicios básicos.

En la capital del estado, dijo, “una zona que debió ser de alta plusvalía, hoy es un asentamiento urbano sin servicios”. Con la mala planeación, señaló, llegan problemas como inundaciones en fraccionamientos, sin acceso a transporte o escuelas.

Pese a esto, reconoció que la entidad, “por su disponibilidad de territorio y magnífica conectividad, es sinónimo de oportunidad en el crecimiento ordenado y sustentable”, y señaló que actualmente se impulsan nueve programas de desarrollo urbano, mientras que para el próximo año serán ocho más en las zonas de Pachuca, Tizayuca y la región del Altiplano.

Dentro de las conclusiones del foro de consulta, se propuso que en Hidalgo, por su cercanía con el Estado de México, se reactive la red ferroviaria nacionales y comunique además con otras entidades del centro del país.