Arabia Saudita ejecutó el sábado a un destacado clérigo chií y a decenas de miembros de al Qaeda, en una muestra de que no tolerará los ataques de los yihadistas suníes ni de la minoría chií que demanda igualdad, pero provocó molestia en toda la región.
Musulmanes chiíes marcharon en el distrito de Qatif en el este de Arabia Saudita para protestar por la ejecución del clérigo Nimr al-Nimra, dijo un testigo. Los manifestantes gritaban «abajo Al Saud», el nombre de la familia regente saudí.
in embargo, la mayoría de los 47 reos muertos en la mayor ejecución masiva realizada en el reino en décadas eran suníes condenados por ataques de al Qaeda en Arabia Saudita hace diez años. Cuatro, incluyendo a Nimr, eran chiíes acusados de disparar contra policías.
Las ejecuciones tuvieron lugar en 12 ciudades de Arabia Saudita, donde cuatro prisiones recurrieron a pelotones de fusilamiento mientras que el resto optó por decapitaciones. En diciembre, al Qaeda en la Península Arábiga amenazó con emprender represalias contra el reino por cualquier ejecución de sus miembros.
aIrán, el principal rival regional de Riad, y sus aliados chiíes reaccionaron de inmediato con fuertes condenas por la ejecución de Nimr y la policía saudita reforzó la seguridad en un distrito en que esa secta del Islam es mayoritaria, en caso de protestas, dijeron residentes.
Un importante clérigo iraní dijo que el Gobierno de la familia Al Saud será «borrado de las páginas de la historia», el grupo Houthi de Yemen describió a Nimr como un «guerrero santo» y la milicia libanesa de Hezbollah dijo que Riad había cometido «un grave error».
La familia gobernante Al Saud de Arabia Saudita ha visto con preocupación cómo los últimos años de agitación en Oriente Medio, especialmente en Siria e Irak, han empoderado a grupos yihadistas suníes que buscan derrocarla y que han dado oportunidad a que el Irán chií propague su influencia.
La ejecución simultánea de 45 saudíes, un egipcio y un hombre de Chad fue el mayor acto masivo de ese tipo por violaciones a la seguridad de Arabia Saudita desde la eliminación en 1980 de 63 rebeldes yihadistas que capturaron la Gran Mezquita de La Meca en 1979.
Entre los 43 yihadistas saudíes ejecutados el sábado figuraban varios prominentes miembros de al Qaeda, incluyendo a aquellos condenados por ataques contra instalaciones occidentales, edificios gubernamentales y misiones diplomáticas en las que murieron cientos de personas entre 2003 y 2006.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.