Chihuahua.- El kínder de educación indígena Rayénari, tuvo su ceremonia de fin de cursos, y 25 pequeños recibieron el adiós de parte de sus compañeritos y sus profesoras.

Este preescolar se ubica en la colonia Granjas la Soledad, en el extremo sur de la ciudad. Después de mucho batallar -porque estudian en una traila, debido a que el gobierno estatal no les ha proporcionado aulas-, hoy terminan tres años de estudios en los que compartieron tanto conocimientos básicos como de la cultura rarámuri.

Alumnos de segundo y de la Primaria de la colonia Granjas la Soledad, que hoy les presta sus instalaciones, presentaron dos bonitos cuadros dancísticos con los que adornaron la ceremonia y embellecieron la entrega de constancias de los pequeños de tercero.

Acá, las condiciones en que estudian los niños son precarias: les falta el agua y aparatos de aire, pero aun así las maestras y madres de familia no desisten en su empeño por lograr, en primer lugar, un terreno propio y aulas definitivas, para poder estudiar dignamente.