La Cámara de Representantes del estado de Texas (EEUU) aprobó en la madrugada de hoy un polémico proyecto de ley que busca penalizar a los gobiernos locales y a las universidades que decidan no cumplir las leyes migratorias federales para favorecer a los inmigrantes indocumentados.
Se trata de una medida destinada a prohibir las denominadas «ciudades santuario», aquellas que no colaboran con las autoridades federales para deportar a inmigrantes.
Además, esa misma cámara también dio luz verde a una enmienda que permitirá cuestionar el estatus migratorio de las personas detenidas en Texas.
La propuesta aprobada contra las «ciudades santuario», que podría acarrear penas de cárcel para los sheriffs texanos que estén al cargo de las oficinas que no cooperen con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), era una de las prioridades en la presente sesión legislativa estatal del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
Durante el debate en la cámara baja, que duró más de 16 horas y se prolongó hasta la madrugada de este jueves, se presentaron unas 180 enmiendas al proyecto de ley SB4, que fue finalmente autorizado por una votación acorde con las líneas partidarias (93-54).
Los demócratas texanos intentaron rebajar la intensidad del SB4 mediante numerosos retoques, que fueron denegados casi en su totalidad.
Una de las enmiendas que sí fue autorizada fue la redactada por el republicano Matt Schaefer, que permitirá a los cuerpos de policía local cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, una medida similar a una ley de Arizona popularmente conocida como «enséñame tus papeles».
Varios de los legisladores demócratas denunciaron que esta enmienda es un retroceso para los derechos de los habitantes de Texas y recordaron que una ley con el mismo objetivo no fue aprobada en la última sesión legislativa estatal porque fue tachada de «racista».
A falta de conciliar la propuesta aprobada en la cámara baja con una iniciativa similar que obtuvo el visto bueno del Senado en marzo, tras la firma de Abbott este controvertido proyecto de ley entraría en vigor el próximo 1 de septiembre, según marca el procedimiento de la legislatura texana.
Los esfuerzos del gobierno de Texas contra las «ciudades santuario» están en línea con los que ha realizado el presidente estadounidense, Donald Trump, desde su llegada a la Casa Blanca.
En su primera semana en el poder, a finales de enero, Trump firmó una orden ejecutiva destinada a negar fondos a las «ciudades santuario».
Pero un juez de California bloqueó esta semana esa orden de Trump porque considera que viola la Constitución, aunque el presidente ya ha adelantado que prevé llevar el caso ante la Corte Suprema.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.