Conecta con nosotros

México

¿Qué pasaría si una bomba atómica cayera en la Ciudad de México?

Published

on

¿Qué pasaría si una bomba atómica cayera en la Ciudad de México? Ya hay un simulador que plantea ese escenario.

Investigadores de la Outrider Foundation crearon un simulador sobre el estallido de una bomba atómica en alguna de las principales ciudades del mundo, en el que se muestra la extensión de la bola de fuego, la radiación, la onda de choque y el calor generado por diferentes armas atómicas.

El propósito de ese proyecto es sensibilizar sobre el peligro que constituyen las armas nucleares, cuya fuerza es arrasadora y destruye territorios por varias decenas de kilómetros.

En la simulación de la organización, con sede en Washington D.C., además hay opción de que se seleccione entre una explosión de superficie o ráfaga de aire, así como cuatro bombas diferentes las cuales son el Little Boy, el norcoreano Hwasong-14, la W-87 y la Bomba Zar con una potencia de 50 mil kilotones, la mayor bomba atómica detonada por el ser humano.

De acuerdo con López Dóriga Digital, el objetivo de Outrider Foundation, que opera sin fines de lucro, es alertar al público sobre el impacto de los desastres ambientales como el cambio climático o la guerra nuclear.

El ejercicio se realizó plantenando como hipótesis una bomba en la Ciudad de México y estos fueron los siguientes resultados de acuerdo: Con la Bomba Little Boy, la cual se lanzó en Hiroshima, las muertes se calculan 87 mil 49 muertos y 374 mil 807 heridos.

En tanto, la radiación sería de 0.1 kilómetros cuadrados, y la bola de fuego de 3.7 kilómetros cuadrados, mientras que la onda de choque sería de 9.4 kilómetros cuadrados.

Por su parte, la Bomba Zar traería la muerte de 10 millones 394 mil 546 muertos, y el número de heridos sería de 5.9 millones, coya radiación, además, sería de 30.9 kilómetros cuadrados, y la bola de fuego sería de 67 kilómetros cuadrados.

La onda de choque sería de mil 351 kilómetros cuadrados.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

Published

on

El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto