El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recaudado más de 100 millones de dólares para su campaña de reelección en 2020, una suma sin precedentes para un jefe de Estado estadounidense en este punto de su mandato, cuando aún quedan más de dos años para las elecciones generales.
Según informan hoy medios estadounidenses, la campaña para la reelección de Trump y sus comités afiliados han reunido al menos 106 millones de dólares en el último año y medio, a juzgar por los datos sobre el tercer trimestre presentados anoche por el equipo del mandatario para los comicios ante la Comisión Federal Electoral (FEC).
Entre julio y septiembre, Trump recaudó 18 millones de dólares, uno de los avances más notables desde que comenzó a recopilar en enero de 2017 fondos para su reelección, nada más llegar al poder.
Más de la mitad del dinero recaudado por la campaña y sus comités afiliados en ese trimestre procedía de donantes individuales que aportaron menos de 200 dólares, algo que puede interpretarse como una señal del entusiasmo de la base de votantes de Trump, que abarrotan los mítines que ofrece regularmente el presidente.
Mientras que su predecesor, Barack Obama, no comenzó a recaudar fondos para su reelección hasta el tercer año de su mandato, Trump tramitó los documentos necesarios para presentarse por segunda vez el mismo día que llegó al poder y se ha implicado en la financiación de esa campaña desde mediados de 2017.
Eso le ha proporcionado una ventaja considerable respecto a sus potenciales rivales demócratas en 2020, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden y la senadora Elizabeth Warren, que están empezando ahora a recaudar sus primeros fondos y a viajar por el país.
En febrero pasado, el mandatario nombró un jefe de su campaña de reelección, Brad Parscale, que le ha ayudado a diseñar una potente maquinaria de cara a 2020.
Al contrario que sus predecesores, Trump ha mantenido desde que llegó al poder mítines prácticamente iguales en formato y discurso a los que tuvo durante la campaña electoral de 2016, y en los últimos meses lo ha hecho con más frecuencia, con el fin de impulsar a candidatos republicanos en las elecciones legislativas de noviembre.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.