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Resto del mundo

Jesús Malverde, el venerado santo de los narcos presente en juicio del ‘Chapo’

En el juicio contra Joaquín Guzmán «el Chapo» Loera que se celebra estos días en Nueva York, lejos de México, no podía faltar Jesús Malverde, el venerado santo de los narcos o, como le llaman otros, de los pobres.

Justo en un cuarto pequeño, sobre un armario de metal, previo a la entrada de la sala donde se realiza el juicio desde la pasada semana, allí está Malverde, también de Sinaloa, igual que el Chapo.

Se desconoce cómo llegó hasta allí la figura, de unos seis centímetros (unas tres pulgadas aproximadamente) descubierto hoy por la prensa que cubre el juicio contra el alegado capo del cártel de Sinaloa, en la corte federal en el distrito de Brooklyn.

Eduardo Balarezo, uno de los abogados de Guzmán Loera dijo a Efe que el santo está allí desde el inicio del juicio contra su cliente.

«Jesús Malverde apareció al inicio del juicio», indicó el abogado, que a preguntas de si fue por petición del propio Guzmán Loera contestó que «fue un milagro…apareció él mismo».

Lo cierto es que allí está la figura de Jesús Malverde, un hombre blanco, de mirada profunda, cabello negro, camisa blanca, pantalón negro y corbata roja, en un sillón rojo que lleva su nombre en la parte inferior y en sus manos, bolsas de dinero.

Jesús Malverde (1870-1909) tiene su capilla en Sinaloa.

Su leyenda creció en la segunda mitad del siglo pasado, cuando la actividad del narcotráfico se incrementó en México, específicamente en Sinaloa, estado considerado cuna de los más importantes capos de los carteles mexicanos.

Cada 3 de mayo, la Capilla de Malverde recibe a cientos de creyentes en este santo, no reconocido por la Iglesia católica, procedentes de diferentes estados del país, que van a pedirle o agradecerle favores.

Su verdadero nombre era Jesús Juárez Mazo, quien nació en las Juntas de Mocorito en el estado de Sinaloa, que vivió en extrema pobreza con su familia, de quien se dice robaba a los ricos para darle a los pobres, una especie de Robin Hood.

Juárez Mazo murió ahorcado y sus seguidores aseguran que aún después de muerto continuó ayudando a los más necesitados.

Resto del mundo

Jurado llega a veredicto parcial en el juicio contra Sean «Diddy» Combs; deliberaciones continúan por cargo más grave

El juicio federal contra Sean «Diddy» Combs entró en una fase crucial este martes, luego de que el jurado alcanzara un veredicto parcial sobre cuatro de los cinco cargos que enfrenta el empresario y rapero. Sin embargo, no logró llegar a una decisión unánime sobre el cargo más grave: conspiración por crimen organizado bajo la ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), lo que podría derivar en una condena de cadena perpetua en caso de ser hallado culpable.

El panel de 12 jurados deliberó durante casi dos días antes de informar que habían alcanzado consenso respecto a cuatro cargos, entre ellos dos relacionados con tráfico sexual —uno de ellos contra su ex pareja, Cassie Ventura— y dos más por transporte de personas con fines de prostitución. No obstante, se mantienen divididos respecto a la acusación de dirigir una empresa criminal, que exige a la fiscalía probar que Combs coordinó al menos dos delitos a lo largo del tiempo junto a otras personas como parte de una estructura organizada.

Ante esta situación, el juez Arun Subramanian decidió no hacer público el veredicto parcial y ordenó que las deliberaciones continúen este miércoles a las 9:00 de la mañana, tiempo del Este. Existe la posibilidad de que se extiendan hasta el jueves o incluso el próximo lunes, ya que el viernes 4 de julio es feriado federal y no habrá sesión en la corte. La fiscalía pidió al juez que emitiera una llamada “instrucción Allen”, que se utiliza para presionar a un jurado estancado a alcanzar una decisión, pero la defensa se opuso al considerar que esa medida podría forzar indebidamente la voluntad de algún jurado.

Durante la audiencia, la tensión en la sala fue evidente. Diddy permaneció cabizbajo y en silencio, rodeado por sus abogados, quienes lo consolaban con palabras y gestos. En las bancas detrás de él se encontraban su madre y sus seis hijos, quienes han estado presentes en la mayoría de las sesiones del juicio. Al concluir el día, todos abandonaron la corte sin hacer declaraciones, a la espera de lo que pueda resolverse en las próximas horas.

Combs, de 55 años, ha estado recluido desde su arresto en septiembre de 2024. Se encuentra detenido en el Metropolitan Detention Center de Brooklyn, un penal conocido por albergar a figuras como R. Kelly, Ghislaine Maxwell y el empresario de criptomonedas Sam Bankman-Fried. El caso en su contra ha estado marcado por testimonios explosivos de ex parejas, empleados, escoltas y agentes federales, incluyendo relatos sobre encuentros sexuales forzados, coerción, fiestas privadas y una red de encubrimiento operada por su círculo más cercano.

Más allá de sus implicaciones legales, el juicio ha adquirido una dimensión pública y mediática considerable. Afuera del tribunal en Nueva York se han congregado medios de comunicación, creadores de contenido e influencers, quienes siguen en tiempo real cada avance del caso. El desenlace no solo definirá el futuro judicial de Combs, sino que también podría marcar un parteaguas en la discusión sobre poder, abuso e impunidad dentro de la industria del entretenimiento en Estados Unidos.

De ser declarado culpable del cargo de conspiración criminal, Combs podría enfrentar cadena perpetua. Los otros cargos también contemplan penas severas: el tráfico sexual acarrea una sentencia mínima de 15 años y el transporte con fines de prostitución hasta 10 años. Por ahora, el juicio sigue sin una resolución definitiva, y el país entero espera el veredicto de un jurado que deberá decidir si el imperio de Diddy fue también, como afirma la fiscalía, una maquinaria criminal.

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