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Chihuahua

Se elevan muertes a 893 las muertes por Covid-19 en Chihuahua

En la Conferencia Informativa sobre la situación actual de la pandemia de COVID-19 en la entidad, la Secretaría de Salud Chihuahua dio a conocer que al momento hay 7 mil 894 casos confirmados, y se agregan ocho defunciones más para sumar un total de 893.

La subdirectora de Medicina Preventiva y Promoción de la Salud, Leticia Ruiz González, observó que los casos positivos registrados en Ciudad Juárez hay 4 mil 428, mientras que en la capital del estado existen 1 mil 898.

Además, hay 8 en Bachíniva, 214 en Cuauhtémoc, 116 en Ojinaga, 12 en Namiquipa, 99 a Meoqui, 3 Julimes, 53 en Camargo, 26 en Saucillo, 7 Ahumada, 3 en Guadalupe D. B., 24 en Guachochi, 398 en Delicias, 28 Ascensión, 6 Guerrero, 45 en Bocoyna, 6 en Madera, 211 en Parral, 3 en Buenaventura, 2 en Temósachi, 4 en Galeana, 7 en Guadalupe y Calvo, 104 en Nuevo Casas Grandes, 9 en Rosales, 39 en Jiménez, 6 en Aldama, 4 en Santa Bárbara, 2 en Ignacio Zaragoza, 2 en López, 9 en Urique, 9 Janos, 2 San Francisco del Oro, 10 Guazapares, 6 Allende, 3 Coronado, 3 en Valle de Zaragoza, 6 Casas Grandes, 1 Moris, 31 Gómez Farías, 3 Praxedis G. Guerrero, 3 Ocampo, 2 Balleza, 18 Chínipas, 1 Cusihuiriachi, 2 Gran Morelos, 1 Aquiles Serdán, 11 en Manuel Benavides, 3 Batopilas y 1 Carichí.

El informe técnico señala que ya son 2 mil 618 los pacientes recuperados, y 6 mil 011 casos descartados, a la par que la dependencia investiga otros 2 mil 618 sospechosos.

Con relación al número de personas fallecidas, Leticia Ruiz dio a conocer que se sumaron ocho más, y a la fecha suman 893 en toda la entidad.

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

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