Canadá.- El descubrimiento de los restos de centenares de niños indígenas canadienses en una antigua residencia escolar de la localidad de Kamloops, en el oeste de Canadá, en el que los aborígenes fueron internados a la fuerza durante casi 80 años, ha vuelto a dejar al descubierto la dolorosa herida del pasado racista y de genocidio cultural del país norteamericano.
El viernes, Rosanne Casimir, jefa de los tk’emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica, confirmó en una rueda de prensa que gracias al uso de un radar de penetración de terreno se habían localizado los restos de 215 niños en la antigua residencia escolar de Kamloops.
Casimir declaró que el hallazgo confirma la «historia oral» recogida por el grupo desde hace varias generaciones sobre niños desaparecidos en la zona, situada unos 350 kilómetros al noreste de la ciudad de Vancouver, y confirma las sospechas sobre lo acontecido en la residencia escolar de Kamloops.
El internado, un complejo que en su momento fue la mayor instalación del sistema de residencias escolares impuesto por Canadá a la población indígena, empezó a funcionar en 1890 y cerró sus puertas en 1969.
La institución, situada en el territorio histórico de los tk’emlúps te secwépemc y que fue gestionada por la Iglesia católica, llegó a albergar cada año hasta 500 niños procedentes de comunidades indígenas.
Kamloops fue una de las miles de residencias escolares, las autoridades canadienses nunca han confirmado el número de internados que crearon y que fueron gestionados en su mayoría por organizaciones religiosas, pero se estima entre tres mil y seis mil, repartidas por todo el territorio para asimilar a la población indígena.
Por ellas pasaron decenas de miles de niños, se calcula que unos 150 mil o el 30 % de la población infantil indígena.
GENOCIDIO CULTURAL
En 2015, el informe de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá, creada en 2008 para investigar y denunciar el sistema de residencias escolares, concluyó que el país norteamericano utilizó los internados como herramienta para cometer un «genocidio cultural» contra la población indígena del país.
«Durante más de un siglo, los objetivos centrales de la política de Canadá hacia los aborígenes fueron eliminar los Gobiernos aborígenes; ignorar los derechos aborígenes; terminar los tratados y, a través de un proceso de asimilación, causar que los pueblos aborígenes cesasen de existir en Canadá como entidades diferenciadas legal, social, religiosa y racialmente», señaló la Comisión en su informe final.
«El establecimiento de las escuelas residenciales fue un elemento central de esta política, que puede ser descrita mejor como ‘genocidio cultural'», añadió.
Para realizar su trabajo, la Comisión entrevisto a miles de supervivientes de las escuelas residenciales. Sus testimonios describen los abusos físicos, psicológicos y sexuales que muchos de ellos sufrieron en los internados.
Canadá incluso utilizó a los niños para realizar experimentos «científicos» sobre malnutrición. La Comisión también concluyó que 1 de cada 50 niños enviados a las residencias escolares durante los casi 120 años de operación del sistema, murieron en las instituciones, alrededor de tres mil 200 niños. En el caso de la residencia escolar de Kamloops, la Comisión confirmó la muerte de 51 niños durante los años que estuvo en funcionamiento.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.