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Ciencia y Tecnología

Así es como luce Instagram con su nuevo modo oscuro

El modo oscuro ha llegado para quedarse, y es que en los últimos meses hemos visto como muchas empresas se han sumado a la tendencia de lanzar sus aplicaciones o servicios con el modo oscuro. De hecho, tanto Android 10 como iOS 13 ya tienen modo oscuro de forma nativa, y es justamente gracias a esta función que ya podemos usar este modo en aplicaciones como Instagram.

Y es que la red social más popular de Mark Zuckerberg al día de hoy ha lanzado una actualización que la hace compatible con el modo oscuro, y ya la pueden probar todos aquellos usuarios cuyo teléfono sea compatible con el modo oscuro.

Es decir, todos aquellos que tengan Android 10, iOS 13 o un Samsung con One UI, un OnePlus con OxygenOS 9.5, algún Xiaomi con MIUI 10, o un Huawei con EMUI 10 ya podrán disfrutar de la nueva interfaz oscura de Instagram.

Lo único que hay que hacer es activar el modo oscuro del teléfono, cerrar la aplicación y al volverla a abrir ya debería aparecer la nueva interfaz de Instagram. En caso de que esto no suceda podemos hacer un paso adicional:

Descarga este archivo APK de la versión Alpha que es compatible con el modo oscuro.
Vuelve activar el modo oscuro de tu teléfono.
Ya deberías de ver la nueva interfaz oscura de Instagram.

Los cambios simplemente son estéticos, no vamos a ver nada nuevo, simplemente todo lo que es blanco en la interfaz “normal” ahora será negro, por lo que si tienes un teléfono con pantalla AMOLED vas a notar que el modo oscuro de Instagram es muy bonito y queda muy bien con la aplicación.

Fuente: UNOCERO

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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