Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

Cómo prevenir el esparcimiento de los virus y recuperarse de un resfriado común

El área de Epidemiología de Pensiones Civiles del Estado (PCE) informa que con medidas sencillas se puede detener el esparcimiento de los virus causantes de las infecciones respiratorias agudas. También es relativamente fácil aliviarse de un resfriado común, si se sigue las recomendaciones y se toma lasmedidas preventivas para evitar contagios. La clave es educación para la prevención.

En este sentido, es importante que la paciente o el paciente se conduzca con responsabilidad con las demás personas. Si se está enfermo, hay que extremar las medidas de higiene personal con el lavado de manos frecuente. Además, cubrirse la boca y la nariz cada vez que se estornuda y no saludar de mano ni de beso.

Si se estornuda en la mano, los virus se recogen ahí y con un lavado los desechamos perfectamente, explican epidemiólogos.

Pacientes que se tapan la boca con bufanda o pañuelo, deben lavarlos y no dejar que los otros miembros de la familia usen esas prendas.

Si enfermo es el niño, los responsables son los papás para aplicar las medidas preventivas y de protección. En estos casos es recomendable no acudir a los lugares públicos, pero si lo hacen, tienen que evitar el esparcimiento de los virus, tapándose la boca y lavando las manos.

Las enfermedades respiratorias de tipo viral no requieren de tratamiento con antibióticos, sino de cuidado específicos y en su caso, medicamentos para los síntomas, que pueden ser antihistamínicos o analgésicos.

¿Qué se tiene que hacer con una enfermedad respiratoria o resfriado común? Las recomendaciones de Epidemiología son las siguientes:

– Aplicar medidas extremas de higiene personal, sobre todo en el lavado de manos.

– Hidratarse continuamente para aliviar los síntomas.

– Consumir alimentos altos en Vitamina C, como naranja, mandarina, limón, guayaba, kiwi, papaya,

brócoli, tomates, chícharos, espinaca.

– Guardar reposo en casa.

– De ser necesario, tomar medicamentos para abatir los síntomas.

Es muy importante señalar que sólo el médico puede establecer el diagnóstico y en su caso recetar el antibiótico.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto