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Es ‘científicamente imposible’ que un misil derribara el avión siniestrado: Irán

El director de la Agencia de Aviación Civil de Irán, Alí Abedzadé, ha asegurado este viernes que es «científicamente imposible» que fuera derribado por un misil el avión Boeing 737 de Ukraine International Airlines que se estrelló el 8 de enero cerca de Teherán acabando con la vida de 176 personas.

«Es científicamente imposible y son rumores que no tienen sentido», ha asegurado en un comunicado el director de la Agencia de Aviación Civil de Irán. La declaración de la Agencia de Aviación Civil de Irán llega horas después de que se informara de que la Inteligencia de Estados Unidos, de Reino Unido y de Canadá creen que la aeronave fue derribada por un misil lanzado por error por la Guardia Revolucionaria iraní.

Tras manifestar sus condolencias por las víctimas mortales, Abedzadé ha dicho que en «el mismo momento» del accidente aéreo «había varios vuelos nacionales e internacionales volando en el espacio aéreo iraní a una altitud de 8.000 pies.

Además, ha subrayado que hay una «completa coordinación» entre todos los sectores «civiles y militares en Irán», con decenas de aviones iraníes y extranjeros volando en el mismo espacio aéreo. «Si no hay seguridad, no podría haber tantos vuelos en el espacio aéreo», ha indicado.

El director de la Agencia de Aviación Civil de Irán ha dicho que las dos ‘cajas negras’ del avión siniestrado, un Boeing 737 de la aerolínea ucraniana Ukraine International Airlines, están siendo analizadas por los expertos iraníes y de los países que participan en el Equipo de Investigación del siniestro aéreo siguiendo la normativa aérea internacional.

«Nosotros hemos proporcionado información a todos los países interesados sobre el accidente. Ahora es el momento de que estos países nos respondan», ha indicado Abedzadé, antes de hacer hincapié en que tanto Ucrania como Irán tienen capacidad para recoger y analizar la información de las dos ‘cajas negras’ de la aeronave siniestrada.

El director de la Agencia de Aviación Civil de Irán ha negado que la República Islámica esté resistiéndose a entregar las ‘cajas negras’ a otro país para que pueda analizarse su contenido. «Ese tema no es cierto. Irán es responsable de la investigación del accidente, de acuerdo con las normas de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI)», ha explicado, antes de afirmar que la información de las ‘cajas negras’ puede ser extraída y analizada «en otros países».

«Lo principal para la industria de la aviación civil es aclarar la causa del accidente para que el fabricante y el operador puedan solucionar potenciales fallos», ha señalado.

Fuente: Vanguardia

Revista

Revive la espectacular inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024

Con el Sena como escenario y el espectáculo aguado por la lluvia, París 2024 repasó los hitos de la historia de Francia siguiendo a un misterioso encapuchado que portaba la llama, con momentos de protagonismo para la Revolución, la literatura, el cine y un homenaje a mujeres como Simone Veil o Simone de Beauvoir.

El espectáculo concebido por Thomas Jolly se dividió en doce segmentos que se fueron sucediendo desde la salida de la delegación de Grecia, desde el puente de Austerlitz, a la cabeza de los 85 barcos que transportaron a las 205 delegaciones olímpicas.

La inspiración de ‘La vie en rose’ primero y Lady Gaga después, con un número de cabaret, fueron la primera gran actuación musical, antes de llegar entre acrobacias a la zona de la catedral de Notre-Dame (aún cerrada por la restauración del incendio que sufrió en 2019), con un guiño a la literatura de Victor Hugo y a su popular personaje Quasimodo.

‘Los miserables’, ‘La libertad guiando al pueblo’ y ‘La Gioconda’ -que a pesar de ser el cuadro mejor custodiado del Louvre, llegó a manos de los minions de la saga ‘Despicable Me’- fueron otras obras artísticas icónicas de la cultura francesa que tuvieron sus momentos de protagonismo a medida que el desfile cruzaba la ciudad.

Fue al paso del encapuchado (de aspecto similar al protagonista de la saga de videojuegos Assassin’s Creed) con la llama por la Conciergerie, un palacio donde estuvo prisionera María Antonieta, cuando sonaron las guitarras más potentes de la noche para recordar la Revolución francesa.

La voz de Marina Viotti y el grupo metalero Gojira se encargaron de recordar la ira del pueblo con la canción revolucionaria ‘Ah, ça ira’, en uno de los momentos más vibrantes del espectáculo.

La lírica la puso después la ópera ‘Carmen’, del francés Georges Bizet, y también la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel al cantar el himno de Francia, ‘La marsellesa’, desde el tejado del imponente Grand Palais, que ha sido restaurado para poder acoger varias de las pruebas olímpicas de París 2024.

Ese momento solemne se aprovechó para homenajear a grandes mujeres de la historia, como la escritora e icono feminista Simone de Beauvoir, la política Simone Veil (que impulsó la legalización del aborto en Francia), la cineasta Alice Guy o la pionera del deporte femenino Alice Milliat.

La moda, el cine y la francofonía

La lengua de Molière también tuvo su espacio con la actuación de la franco-maliense Aya Nakamura (la artista más escuchada actualmente en francés en todo el mundo), que interpretó dos de sus grandes éxitos acompañada por la Guardia Republicana ante el Instituto de Francia.

La moda, con un desfile de talentos emergentes -para no olvidar que París es la gran pasarela mundial y capital de la alta costura- , y un recordatorio de la invención del cine por parte de los hermanos Lumière fueron otros pasajes destacados de la noche.

Más internacional fue el capítulo dedicado a Europa al ritmo de ‘The Final Countdown’ (del grupo sueco Europe) y el mensaje de paz que lanzó desde una isleta artificial la cantante Juliette Armanet con una versión de ‘Imagine’.

Un caballero plateado que hizo todo el recorrido a galope sobre el agua -cuando los últimos atletas habían llegado ya a la parada final, el puente de Jena entre la torre Eiffel y los jardines del Trocadero- sirvió en la recta final para hacer repaso de la historia del olimpismo moderno, que también tiene raíces francesas gracias al barón Pierre de Coubertin.

Ese jinete llevó la bandera de los cinco anillos para ser izada frente a la torre Eiffel antes de que se escuchara el himno olímpico, los discursos oficiales y la declaración de apertura, que correspondió como es tradicional al jefe de Estado del país anfitrión, en este caso Emmanuel Macron.

El encapuchado con la llama llegó justo después, para entregársela al futbolista Zinedine Zidane, quien a su vez se la entregó al tenista español Rafael Nadal -desatando un pequeño momento de locura en el Trocadero- para llevarla de vuelta hacia el museo del Louvre junto a otras tres leyendas del deporte: Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis.

Fueron finalmente los franceses Marie Jose Perec y Teddy Riner los encargados de prender el pebetero, un globo aerostático que se elevó al cielo en Tullerías, mientras en lo alto de la torre Eiffel hacía su aparición triunfal la canadiense Céline Dion, cantando el ‘Hymne à l’amour’ de Edith Piaf, con un portentoso chorro de voz pese a la grave enfermedad neurológica que padece.

https://www.youtube.com/live/S7_0QuGodtE?si=4UG224KKUr8y0R5b

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