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HSBC recortará 35,000 empleos en todo el mundo

El gigante bancario británico HSBC, con fuerte presencia en Asia, planea suprimir 35,000 empleos, muchos más de los esperados, tras el hundimiento de sus beneficios y un contexto adverso por el impacto del nuevo coronavirus.

Con sede en Londres pero activo en buena parte del mundo y particularmente en Asia, el grupo, que ya está embarcado en un ambicioso plan de reducción de costes, prevé eliminar un 15% de su fuerza laboral.

«Esperamos que nuestros efectivos actuales de 235,000 personas disminuyan para acercarnos a los 200,000 empleados en 2022», indicó el consejero delegado interino Moel Quinn en una conferencia telefónica.

Quinn, al frente de la entidad desde la destitución sorpresiva en agosto de John Flint, no precisó las regiones que se verán afectadas, pero aseguró que las supresiones serán importantes en el Reino Unido.

El grupo había anunciado el año pasado la reducción del 2% de su fuerza laboral, unos 4,700 puestos.

Al mismo tiempo, HSBC esbozaba este martes lo que será una reorganización profunda que se traducirá en el refuerzo de sus actividades en Asia y Oriente Medio, considerados más rentables, en detrimento de la banca de inversión en Europa y Estados Unidos.

«Proyectamos reducir nuestro capital y nuestros costes en las actividades con resultados decepcionantes, para poder proseguir las inversiones en aquellas con mejores perspectivas de rendimiento y de crecimiento», anuncia el banco en un comunicado.

La entidad contempla recortar sus costes en 4,500 millones de dólares para 2022, al tiempo que el coste de su restructuración se situará en torno a los 6,000 millones de dólares.

«Plan revisado»
Al mismo tiempo, el banco anunció este martes una caída de los beneficios netos en 2019 del 53%, a 5,970 millones de dólares. «Algunos sectores de nuestra actividad no generan resultados aceptables», reconoció Quinn en un comunicado.

Los inversores resintieron el golpe y la acción del HSBC perdía 5.89% en la Bolsa de Londres.

«En consecuencia, elaboramos un plan revisado para mejorar el rendimiento para nuestros inversores (…) y sentar las bases de un crecimiento futuro sostenible. Ya hemos empezado a ponerlo en marcha», indicó.

La depreciación de las adquisiciones, que se elevaron a 7,300 millones de dólares, vinculada sobre todo a sus actividades inversoras y a sus operaciones de banco comercial en Europa también contribuyeron a sus resultados anuales.

Mientras en Asia las actividades van viento en popa gracias a la locomotora china, el banco está bajo fuerte presión en Estados Unidos y en Europa, lastradas sobre todo por la guerra comercial chino-estadounidense y la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

En Estados Unidos, el banco planea reducir su red en un 30%, consolidar sus actividades y reducir los costes operativos en un 10-15 por ciento.

En Europa, sin contar Reino Unido, el banco «reducirá sus ventas y actividades de mercado y sus actividades de investigación».

Fuente:

Revista

Revive la espectacular inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024

Con el Sena como escenario y el espectáculo aguado por la lluvia, París 2024 repasó los hitos de la historia de Francia siguiendo a un misterioso encapuchado que portaba la llama, con momentos de protagonismo para la Revolución, la literatura, el cine y un homenaje a mujeres como Simone Veil o Simone de Beauvoir.

El espectáculo concebido por Thomas Jolly se dividió en doce segmentos que se fueron sucediendo desde la salida de la delegación de Grecia, desde el puente de Austerlitz, a la cabeza de los 85 barcos que transportaron a las 205 delegaciones olímpicas.

La inspiración de ‘La vie en rose’ primero y Lady Gaga después, con un número de cabaret, fueron la primera gran actuación musical, antes de llegar entre acrobacias a la zona de la catedral de Notre-Dame (aún cerrada por la restauración del incendio que sufrió en 2019), con un guiño a la literatura de Victor Hugo y a su popular personaje Quasimodo.

‘Los miserables’, ‘La libertad guiando al pueblo’ y ‘La Gioconda’ -que a pesar de ser el cuadro mejor custodiado del Louvre, llegó a manos de los minions de la saga ‘Despicable Me’- fueron otras obras artísticas icónicas de la cultura francesa que tuvieron sus momentos de protagonismo a medida que el desfile cruzaba la ciudad.

Fue al paso del encapuchado (de aspecto similar al protagonista de la saga de videojuegos Assassin’s Creed) con la llama por la Conciergerie, un palacio donde estuvo prisionera María Antonieta, cuando sonaron las guitarras más potentes de la noche para recordar la Revolución francesa.

La voz de Marina Viotti y el grupo metalero Gojira se encargaron de recordar la ira del pueblo con la canción revolucionaria ‘Ah, ça ira’, en uno de los momentos más vibrantes del espectáculo.

La lírica la puso después la ópera ‘Carmen’, del francés Georges Bizet, y también la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel al cantar el himno de Francia, ‘La marsellesa’, desde el tejado del imponente Grand Palais, que ha sido restaurado para poder acoger varias de las pruebas olímpicas de París 2024.

Ese momento solemne se aprovechó para homenajear a grandes mujeres de la historia, como la escritora e icono feminista Simone de Beauvoir, la política Simone Veil (que impulsó la legalización del aborto en Francia), la cineasta Alice Guy o la pionera del deporte femenino Alice Milliat.

La moda, el cine y la francofonía

La lengua de Molière también tuvo su espacio con la actuación de la franco-maliense Aya Nakamura (la artista más escuchada actualmente en francés en todo el mundo), que interpretó dos de sus grandes éxitos acompañada por la Guardia Republicana ante el Instituto de Francia.

La moda, con un desfile de talentos emergentes -para no olvidar que París es la gran pasarela mundial y capital de la alta costura- , y un recordatorio de la invención del cine por parte de los hermanos Lumière fueron otros pasajes destacados de la noche.

Más internacional fue el capítulo dedicado a Europa al ritmo de ‘The Final Countdown’ (del grupo sueco Europe) y el mensaje de paz que lanzó desde una isleta artificial la cantante Juliette Armanet con una versión de ‘Imagine’.

Un caballero plateado que hizo todo el recorrido a galope sobre el agua -cuando los últimos atletas habían llegado ya a la parada final, el puente de Jena entre la torre Eiffel y los jardines del Trocadero- sirvió en la recta final para hacer repaso de la historia del olimpismo moderno, que también tiene raíces francesas gracias al barón Pierre de Coubertin.

Ese jinete llevó la bandera de los cinco anillos para ser izada frente a la torre Eiffel antes de que se escuchara el himno olímpico, los discursos oficiales y la declaración de apertura, que correspondió como es tradicional al jefe de Estado del país anfitrión, en este caso Emmanuel Macron.

El encapuchado con la llama llegó justo después, para entregársela al futbolista Zinedine Zidane, quien a su vez se la entregó al tenista español Rafael Nadal -desatando un pequeño momento de locura en el Trocadero- para llevarla de vuelta hacia el museo del Louvre junto a otras tres leyendas del deporte: Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis.

Fueron finalmente los franceses Marie Jose Perec y Teddy Riner los encargados de prender el pebetero, un globo aerostático que se elevó al cielo en Tullerías, mientras en lo alto de la torre Eiffel hacía su aparición triunfal la canadiense Céline Dion, cantando el ‘Hymne à l’amour’ de Edith Piaf, con un portentoso chorro de voz pese a la grave enfermedad neurológica que padece.

https://www.youtube.com/live/S7_0QuGodtE?si=4UG224KKUr8y0R5b

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