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Realizan cuarta edición del Festival Sol de Acantilados

Los visitantes acudieron desde temprana hora para disfrutar de los eventos que se desarrollan a partir de hoy jueves, y durante los próximos días viernes y sábado en el festival Sol de Acantilados, evento cultural que se realiza en la Zona Arqueológica Las 40 Casas, ubicada en el municipio de Madera, Chihuahua.
En coordinación con el Gobierno Municipal de Madera, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), delegación Chihuahua, organiza desde 2014 este evento con la finalidad de promocionar el patrimonio cultural que alberga uno de los sitios arqueológicos más importantes del norte de México.
Durante este primer día de actividades se contó con la presencia de familias de la localidad y poblados cercanos, así como turistas que aprovechan los días de asueto de esta temporada para viajar y conocer el estado.
Las 40 Casas es una de las cinco zonas arqueológicas abiertas al público en Chihuahua, y forma parte de las llamadas Casas Acantilado, ya que las construcciones, que datan del año 1,200, se encuentran en abrigos rocosos y acantilados de las barrancas de la sierra. Es un área donde se encuentran varias cuevas, la más famosa, la Cueva de las Ventanas, a donde se puede ingresar luego de un recorrido de casi dos kilómetros por el acantilado y tras cruzar el arroyo El Garabato.
Además de este recorrido por la Zona Arqueológica, niños, jóvenes y adultos, pudieron participar en los talleres que se ofrecen de manera gratuita como parte del programa: Pinta tu patrimonio, a cargo de Jorge Meléndez, quien guía a los participantes en la realización de dibujos y divertidos juegos manifestando su particular visión de la Zona Arqueológica y de este encuentro cultural. Tapiales de Casas en Acantilado, en donde Karen Zaragoza enseña las técnicas constructivas que se utilizaron hace 800 años para la edificación de las viviendas del sitio. Excavando el pasado, dirigido por Alberto Peña, el arqueólogo que muestra las interesantes actividades de su profesión por medio de una excavación simulada. Decora tu olla, con la presencia del alfarero Iván Martínez, proveniente de la comunidad de Mata Ortiz, quien enseña a los participantes los métodos para elaborar la famosa cerámica estilo Paquimé.
Además se estuvieron transmitiendo los documentales Las Casas Acantilado en la voz de un arqueólogo, en donde Eduardo Gamboa Carrera habla acerca de su experiencia en el trabajo de investigación que ha realizado en torno a este tema; y Semana Santa pima, una entrevista al etnólogo Andrés Oseguera acerca de las investigaciones realizadas en cuanto a las celebraciones del pueblo pima. Esta plática es un acompañamiento a la exposición fotográfica Entre judíos y fariseos, que se exhibe en el centro de visitantes de la Zona Arqueológica y muestra una serie de imágenes captadas por el investigador durante su trabajo de campo.
Durante la tarde se presentará el grupo Son Melo, quienes acuden como invitados especiales desde el estado de Veracruz. La agrupación está conformada por la familia Melo, heredera de una gran tradición musical, originaria de Chicontepec, poblado ubicado en la huasteca veracruzana, y estarán presentado su repertorio musical de sones huastecos y jarochos.
Y como parte de la presencia pima, uno de las etnias originarias del estado de Chihuahua que habitan actualmente en la región, se realizarán una serie de charlas en las que representantes de esta cultura tanto del municipio de Madera como de la comunidad de Yepachi, hablarán acerca de su cultura e identidad.
Todas estas actividades se estarán desarrollando durante los tres días que dura en festival: jueves 13, viernes14 y sábado 15 de abril. Los eventos y talleres se ofrecen de manera gratuita. La Zona Arqueológica abre a partir de las 10:00 de la mañana.

Revista

Revive la espectacular inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024

Con el Sena como escenario y el espectáculo aguado por la lluvia, París 2024 repasó los hitos de la historia de Francia siguiendo a un misterioso encapuchado que portaba la llama, con momentos de protagonismo para la Revolución, la literatura, el cine y un homenaje a mujeres como Simone Veil o Simone de Beauvoir.

El espectáculo concebido por Thomas Jolly se dividió en doce segmentos que se fueron sucediendo desde la salida de la delegación de Grecia, desde el puente de Austerlitz, a la cabeza de los 85 barcos que transportaron a las 205 delegaciones olímpicas.

La inspiración de ‘La vie en rose’ primero y Lady Gaga después, con un número de cabaret, fueron la primera gran actuación musical, antes de llegar entre acrobacias a la zona de la catedral de Notre-Dame (aún cerrada por la restauración del incendio que sufrió en 2019), con un guiño a la literatura de Victor Hugo y a su popular personaje Quasimodo.

‘Los miserables’, ‘La libertad guiando al pueblo’ y ‘La Gioconda’ -que a pesar de ser el cuadro mejor custodiado del Louvre, llegó a manos de los minions de la saga ‘Despicable Me’- fueron otras obras artísticas icónicas de la cultura francesa que tuvieron sus momentos de protagonismo a medida que el desfile cruzaba la ciudad.

Fue al paso del encapuchado (de aspecto similar al protagonista de la saga de videojuegos Assassin’s Creed) con la llama por la Conciergerie, un palacio donde estuvo prisionera María Antonieta, cuando sonaron las guitarras más potentes de la noche para recordar la Revolución francesa.

La voz de Marina Viotti y el grupo metalero Gojira se encargaron de recordar la ira del pueblo con la canción revolucionaria ‘Ah, ça ira’, en uno de los momentos más vibrantes del espectáculo.

La lírica la puso después la ópera ‘Carmen’, del francés Georges Bizet, y también la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel al cantar el himno de Francia, ‘La marsellesa’, desde el tejado del imponente Grand Palais, que ha sido restaurado para poder acoger varias de las pruebas olímpicas de París 2024.

Ese momento solemne se aprovechó para homenajear a grandes mujeres de la historia, como la escritora e icono feminista Simone de Beauvoir, la política Simone Veil (que impulsó la legalización del aborto en Francia), la cineasta Alice Guy o la pionera del deporte femenino Alice Milliat.

La moda, el cine y la francofonía

La lengua de Molière también tuvo su espacio con la actuación de la franco-maliense Aya Nakamura (la artista más escuchada actualmente en francés en todo el mundo), que interpretó dos de sus grandes éxitos acompañada por la Guardia Republicana ante el Instituto de Francia.

La moda, con un desfile de talentos emergentes -para no olvidar que París es la gran pasarela mundial y capital de la alta costura- , y un recordatorio de la invención del cine por parte de los hermanos Lumière fueron otros pasajes destacados de la noche.

Más internacional fue el capítulo dedicado a Europa al ritmo de ‘The Final Countdown’ (del grupo sueco Europe) y el mensaje de paz que lanzó desde una isleta artificial la cantante Juliette Armanet con una versión de ‘Imagine’.

Un caballero plateado que hizo todo el recorrido a galope sobre el agua -cuando los últimos atletas habían llegado ya a la parada final, el puente de Jena entre la torre Eiffel y los jardines del Trocadero- sirvió en la recta final para hacer repaso de la historia del olimpismo moderno, que también tiene raíces francesas gracias al barón Pierre de Coubertin.

Ese jinete llevó la bandera de los cinco anillos para ser izada frente a la torre Eiffel antes de que se escuchara el himno olímpico, los discursos oficiales y la declaración de apertura, que correspondió como es tradicional al jefe de Estado del país anfitrión, en este caso Emmanuel Macron.

El encapuchado con la llama llegó justo después, para entregársela al futbolista Zinedine Zidane, quien a su vez se la entregó al tenista español Rafael Nadal -desatando un pequeño momento de locura en el Trocadero- para llevarla de vuelta hacia el museo del Louvre junto a otras tres leyendas del deporte: Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis.

Fueron finalmente los franceses Marie Jose Perec y Teddy Riner los encargados de prender el pebetero, un globo aerostático que se elevó al cielo en Tullerías, mientras en lo alto de la torre Eiffel hacía su aparición triunfal la canadiense Céline Dion, cantando el ‘Hymne à l’amour’ de Edith Piaf, con un portentoso chorro de voz pese a la grave enfermedad neurológica que padece.

https://www.youtube.com/live/S7_0QuGodtE?si=4UG224KKUr8y0R5b

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