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Sí hay orden de aprehensión contra Bertha Gómez, esposa de César Duarte

Un Juez de Chihuahua giró una orden de aprehensión contra Bertha Olga Gómez Fong, esposa del exgobernador César Duarte Jáquez.

Gómez Fong es investigada por desvío de recursos en la entidad, de acuerdo con información del diario El Sol de México. El Juez de Primera Instancia en Materia Penal de Morelos, Chihuahua, emitió la orden para detenerla en un audiencia privada.

Este mes un Juez federal negó una suspensión definitiva a la esposa del exgobernador de Chihuahua, recurso que había solicitado por la ejecución de cualquier orden de extradición en su contra.

El Juez Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal, Juan Mateo de Brieba Castro, negó la medida cautelar, por lo que se podría cumplimentar una eventual orden de aprehensión y extradición en contra de Gómez Fong.

Olga Fong solicitó el amparo desde finales de julio y obtuvo una suspensión provisional, la cual quedó revocada.

El pasado 13 de agosto, la hija del exgobernador de Chihuahua, Bertha Duarte Gómez, promovió un juicio de amparo en contra de cualquier orden de aprehensión de forma provisional con fines de extradición.

Desde el pasado 8 de julio, Duarte Jáquez, con 21 órdenes de aprehensión en México por delitos relacionados con corrupción, está detenido en Miami, Florida, a la espera de que un Juez determine su situación legal.

De acuerdo con Javier Corral, Gobernador de Chihuahua, el exmandatario podría ser extraditado a México a finales de este año.

“Lo que creemos es que a finales de este año o principios del año que entra, el exgobernador tendrá que comparecer ante los tribunales de Chihuahua mediante proceso de extradición. Los cargos son los mismos por los que está detenido: peculado y asociación delictuosa”, señaló ayer en un comunicado.

Hasta la fecha, Duarte Jáquez ha solicitado llevar su proceso en libertad; sin embargo, la justicia estadounidense ha señalado que “no puede demostrar” que “no posa riesgo de fuga o peligro para la comunidad”, detalló el Fiscal Jason Wu, en una moción de 27 páginas a la que la agencia EFE tuvo acceso.

Fuente: SinEmbargo

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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