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Salud y Bienestar

Herpes labial, infección por virus que debe tratar un médico

Ante la presencia de “fuego labial” se recomienda evitar la automedicación, no tener contacto con personas que padecen esas lesiones y recibir atención médica inmediata, señaló al especialista en dermatología Guadalupe Villanueva Quintero.

La doctora adscrita al Instituto Dermatológico de Jalisco Dr. José Barba Rubio, explicó que el herpes labial es una enfermedad infecciosa, causada por un virus llamado Herpes Simplex tipo 1 que afecta la cara, en particular la superficie centro facial.

Cuando una persona que padece herpes labial, también conocido como “fuego labial”, besa a otras o está en contacto directo, puede contagiarlas, sobre todo cuando el problema está activo, es decir, durante las primeras 72 horas que adquirió el virus.

“Este padecimiento se manifiesta por ampollas pequeñas agrupadas en una placa, esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, tanto en hombres como en mujeres, principalmente por haber estado expuestas al virus o por un contagio previo”, alertó la doctora Villanueva Quintero.

El virus, destacó, es más propenso a presentarse en las personas con bajas defensas, como los que padecen diabetes, pacientes sometidos a tratamientos largos como quimioterapias o pacientes que reciben cortisona.

Villanueva Quintero especificó que esta enfermedad por lo general se presenta en episodios que suelen variar en el tiempo de aparición.

Los factores desencadenantes son fiebre, exposición solar o estrés emocional, se manifiesta porque primero hay una comezón o ardor que generalmente suele presentarse en los labios y después aparecen unas ampollas.

Apuntó que el contacto directo es la principal forma de contagio de esta enfermedad, pero también tallar la piel afectada con la tez sana de otro paciente o de la pareja.

Asimismo al utilizar algunos instrumentos médicos o cosmetológicos en donde se tiene un contacto directo con la secreción y luego se aplica a otro paciente u otra persona.

“Si hay contacto directo con la secreción que se forma durante el proceso infeccioso que es antes de las 72 horas, sí existe un riesgo importante de infectarse o transmitir esta enfermedad hacia otra persona, el cuadro agudo de este virus suele durar por lo general hasta ocho días”, afirmó.

La especialista recordó que existe además un segundo tipo de virus del herpes que se presenta por lo general en los genitales y es transmitido a través de la vía sexual.

Puntualizó que 80 por ciento de los casos de herpes que se presentan corresponden al tipo 1, mientras que 20 por ciento corresponde al tipo 2.

Fuente: Plano Informativo

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La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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