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Conoce las diferencias entre el iPhone 14 y 13

Hoy día, cuando se trata de teléfonos, la marca de la manzana tiene un peso específico en nuestras decisiones. Y no es para menos, cada nuevo modelo de iPhone es como una joya que se desvela con bombo y platillo. Pero, ¿qué diferencia hay entre el iPhone 14 y el 13? Ahí es donde nos entra la duda, ¿verdad? No te apures, cuate, aquí te desvelaremos los secretos que hacen único a cada uno de estos dispositivos.

El iPhone 14, aún fresco en nuestras mentes, y su hermano mayor, el iPhone 13, tienen semejanzas y diferencias que, sin duda, te interesa conocer. Es más, no solo de un iPhone 14 se trata, sino que existen diversos tipos de iPhone 14: la versión estándar, iPhone 14 Plus, iPhone 14 Pro e iPhone 14 Pro Max; cada uno con su toque especial, listos para ajustarse a tu estilo y necesidades.

Entonces, ¿qué te parece si nos adentramos en este emocionante mundo de la tecnología juntos?

iPhone 14 vs iPhone 13

Características del iPhone 13

Empezaremos por recordar a nuestro buen amigo, el iPhone 13. Con su pantalla Super Retina XDR de 6.1 pulgadas, impulsada por el potente chip A15 Bionic, este dispositivo nos brindó una experiencia suave y rápida. Cuenta con un sistema de cámara dual de 12 MP que hizo las delicias de los aficionados a la fotografía, y una batería que aguantó de sobra hasta el último taco del día.

Especificaciones del iPhone 14

Ahora, echemos un vistazo a las novedades que nos trae el iPhone 14. Lo que realmente nos ha dejado con la boca abierta es su nuevo chip, el A16 Bionic, que le da un impulso gigantesco a su rendimiento. Este procesador está disponible para las versiones Pro. Además, la memoria RAM fue extendida de 4 a 6 GB.

Tipos de iPhone 14: ¿con cuál te quedas?

Apple, en su acostumbrado estilo, no se conforma con lanzar un único modelo. Con la gama iPhone 14, nos deleita con varias opciones que van desde lo estandarizado hasta lo más pro. Ya sea que prefieras algo práctico y eficiente o que estés buscando la máxima experiencia en tecnología, aquí te presentamos a los contendientes que están listos para ser tu próximo compañero de ruta.

iPhone 14

El iPhone 14 estándar es un dispositivo potente y eficiente, que ofrece todas las mejoras mencionadas con anterioridad. Ideal si lo que buscas es dar el salto a la nueva generación sin necesidad de tanto fanfarria.

iPhone 14 Plus

El iPhone 14 Plus va un pasito más allá, ofreciendo una pantalla más grande de 6.7 pulgadas y una batería con mayor capacidad. Un verdadero monstruo si lo que te gusta es consumir contenido multimedia o te pasas horas jugando.

iPhone 14 Pro

Para los más exigentes, está el iPhone 14 Pro. Este dispositivo cuenta con una pantalla ProMotion Super Retina XDR de 6.1 pulgadas, un sistema de cámara triple con tecnología ProRAW y LiDAR, y la posibilidad de grabar video en calidad Dolby Vision HDR.

iPhone 14 Pro Max

Finalmente, la joya de la corona: el iPhone 14 Pro Max. Este modelo no solo tiene las características del Pro, sino que añade una pantalla aún más grande de 6.7 pulgadas y el mejor procesador de la línea. Para los que quieren lo mejor de lo mejor y no escatiman en gastos.

En resumen, aunque hay un ADN compartido entre el iPhone 14 y el 13, las mejoras y adiciones hacen que el salto valga la pena. Ya sea que te decidas por el modelo estándar o uno de los otros tipos de iPhone 14, hay una cosa segura: con cualquier elección, estarás disfrutando de lo último en tecnología de la manzana de Cupertino. ¡Así que adelante, cuate, escoge tu nuevo compañero de aventuras!

Especiales

Acapulco lucha por sobrevivir. Por Itali Heide

Imágenes: Manuel Villavicencio

Antes incluso de verlo, Acapulco se huele. El olor de la basura acumulada durante semanas en las calles, la humedad de toneladas de lodo, árboles y hojas cubriendo portones, e incluso el olor a muerte persiste en el aire. Sobre el SEMEFO, buitres vuelan en una coreografía coordinada que señala que la muerte es mucho más frecuente que las cifras oficiales.

Itali Heide

Itali Heide

Al adentrarse en las devastadas calles de Acapulco, uno podría pensar que ha sido transportado a una zona de guerra. Ni una sola casa o edificio ha quedado indemne, con cristales esparcidos por todos los patios y líneas de agua de dos metros de altura en hogares que sirven de recordatorio del horror por el que pasaron los guerrerenses.

Aunque la pérdida material es devastadoramente triste, la angustia llega cuando se escuchan las historias de los sobrevivientes. Doña Francisca ha vivido en el poblado de Yetla toda su vida. De pie en la puerta de su casa, mirando hacia atrás, hacia el lugar que una vez conoció como un hogar seguro, recuerda la noche que la vio pedir por su vida. «No pude hacer nada», dice con las mejillas llenas de lágrimas, «el viento era tan fuerte que me agarré a la cama rezando que no me llevara el viento».

¿Quién iba a pensar que de un día para otro toda una región podía desaparecer del mapa? Es como si alguien hubiera hubiera arrastrado su dedo pulgar por el paisaje, sin dejar ni una sola palmera recta, mientras la mayoría yacía en el suelo como el destino le había deparado. La gente sufrió enormemente, y algunos pasaron 20 horas en sus casas con el agua hasta el pecho, sosteniendo a sus hijos y suplicando por una salida.

Nos gusta pensar que lo peor ya ha pasado. ¿Qué puede haber peor que vientos de 300 km/h? Por desgracia, el verdadero peligro está aún por llegar. Medical IMPACT llevó una brigada médica a Acapulco esta semana, apoyando a los supervivientes con consultas médicas gratuitas, medicación y apoyo emocional. Tras atender a más de 300 pacientes, salieron a la luz los verdaderos riesgos: habrá más muertes tras el huracán que por la tormenta en sí.

En las colonias Alborada Cardenista, Yetla y Ejido Viejo, cientos de guerrerenses se presentaron con lesiones, enfermedades y riesgos que ponen en peligro su vida y su salud. Viviendo sin agua potable, comida, electricidad o incluso higiene básica, no es de extrañar que la enfermedad esté por todas partes. Bebés con la cara llena de granos debido al agua sucia, niños con heridas infectadas con riesgo de septicemia, estómagos doloridos y resfriados por las horas pasadas en el agua están por todas partes.

Quienes ya lidiaban con alguna enfermedad, ahora sufren más. Decenas de pacientes diabéticos a los que Medical IMPACT atendió se han quedado sin insulina ni medicación vital, mientras yacían en sus casas esperando a que llegara la ayuda o a que les sobreviniera un coma diabético. Incluso si pudieran encontrar insulina, no hay forma de almacenarla: debe conservarse a baja temperatura, y sin electricidad, guardarla en el refrigerador no es posible.

Es devastador pasear por calles que antes estaban llenas de vida y ver a la gente limpiar minuciosamente sus casas mientras intentan recordar cómo era tener una vida normal. Sin embargo, sirve como testimonio de la voluntad que tienen los guerrerenses para seguir adelante. En los poblados olvidados y abandonados por el gobierno y otros grupos de apoyo, las comunidades se reúnen en zonas comunes y se ayudan mutuamente.

Las doñas montan mesas para hacer taquitos de requesón y frijol, los hombres llevan palas de casa en casa sacando el barro y la basura, los niños ríen y juegan, perros amistosos buscan caricias y se juntan recursos para apoyarse mutuamente. Incluso en las ruinas, la tragedia parece sacar lo mejor de la gente (aunque en algunos casos, también lo peor).

Acapulco está lejos de recuperarse. Llevará años reconstruir la ciudad y los pueblos circundantes, pero la verdadera prueba es mantener a la gente segura, alimentada, hidratada y sana. Mientras nos adentramos en aguas desconocidas, es responsabilidad del gobierno, la sociedad civil y la comunidad mundial seguir apoyando a quienes lo perdieron todo y pueden perder más, incluso su vida.

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