Una mexicana fue exhibida en Europa en el siglo XIX como una mujer mono, porque sufría de una enfermedad que produce una vellosidad desmedida en la cara, su nombre era Julia Pastrana y sus restos llegaron a México para ser enterrados.
Los restos mortales de la mujer que padeció hipertricosis llegaron a México procedentes de Noruega, y este lunes están siendo trasladados al estado de Sinaloa, donde serán enterrados, dijo a la AFP un funcionario de la cancillería mexicana.
La Universidad de Oslo devolvió los restos a México en respuesta a la solicitud de las autoridades de Sinaloa, que reclamaban la repatriación del cuerpo de Pastrana, una mujer de origen indígena que vivió entre 1834 y 1860.
Su cuerpo medía 1.34 m y, además del exceso de vello, tenía deformaciones estilo simio en el rostro. Sin embargo, poseía habilidades para la danza y el canto, por lo que fue llevada a Europa por un estadounidense a mediados del siglo XIX para presentarla en ferias y circos.
El cuerpo de Pastrana, que había sido adquirido a comienzos del siglo XX por un empresario de espectáculos noruego para que formara parte de una exhibición de casos extraños, pasó a manos de la Universidad de Oslo en 1996.
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