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Periodista mexicano está «muy grave» tras ser atacado a tiros en Veracruz

Es el cuarto periodista mexicano atacado en marzo; los otros tres perdieron la vida: Cecilio Pineda, en el sureño estado de Guerrero; Ricardo Monlui, también en Veracruz, y Miroslava Breach en Chihuahua, en el norte del país.
De acuerdo con los reportes policiacos, Arrieta Granados, jefe de información del diario La Opinión de Poza Rica y catedrático de la Universidad Veracruzana, fue atacado cuando llegaba a su domicilio.
El comunicador recibió varios impactos de bala en el cuello y tórax poco después de que cerrara la edición de La Opinión de Poza Rica, el periódico de mayor circulación y presencia en esa región del norte de Veracruz.
Personal de la Cruz Roja le dio a Arrieta Granados los primeros auxilios y luego fue trasladado a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde los médicos lo reportan como «muy grave».
Al igual que varias zonas del estado de Veracruz, la región petrolera de Poza Rica enfrenta una guerra entre carteles de la droga y un elevado índice de delitos como el secuestro.
En abril de 2005, el director general y propietario de la Opinión de Poza Rica, Raúl Gibb Guerrero, fue asesinado en esa región sin que hasta la fecha se conozcan los motivos ni los responsables del crimen.
De acuerdo con la organización no gubernamental Artículo 19, la prensa en México vivió en 2016 su año más violento al registrar 426 agresiones -un 7 % más respecto a 2015- y 11 asesinatos de profesionales del sector.

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Publicidad Caleb Ordoñez 

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En lugar de juzgar todo y todos, ¡cuidado con nosotros mismos!: El Papa

Estamos llamados a “vigilar nuestro corazón” para no sucumbir al mal y dar escándalo a los demás. Palabras de Jesús que el Papa recordó a la hora del Ángelus, llamando a todos los cristianos a estar “atentos a la cerrazón” que es “la raíz de muchos males en la historia”. Atentos también debemos estar a la cerrazón de la Iglesia, advierte Francisco, porque “el diablo siempre insinúa sospechas para dividir y excluir”.

Como cada domingo el Papa Francisco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico Vaticano para rezar junto con los fieles presentes en la Plaza de San Pedro la oración mariana del Ángelus y compartir su comentario al Evangelio del día, hoy, Marcos, (9,38-43.45.47-48), que nos habla de un breve diálogo entre Jesús y Juan.

Llamados a vigilar nuestro corazón
Francisco comenzó haciendo presente que Juan habla “en nombre de todo el grupo de discípulos”. Ellos habían visto a un hombre “que expulsaba demonios en el nombre del Señor, pero se lo impidieron porque no formaba parte de su grupo”. En este punto, -siguió diciendo el Papa – Jesús invita a no obstaculizar a los que hacen el bien, porque contribuyen a la realización del plan de Dios. Y luego, “los amonesta”:

En lugar de dividir a las personas en buenos y malos, todos estamos llamados a vigilar nuestro corazón, para no sucumbir al mal y dar escándalo a los demás.

El Santo Padre explicó que las palabras de Jesús “revelan una tentación y ofrecen una exhortación”:

La tentación es la de la cerrazón. Los discípulos querrían impedir una buena obra sólo porque la persona que la ha realizado no pertenece a su grupo. Creen que tienen «derechos exclusivos sobre Jesús» y que son los únicos autorizados a trabajar por el Reino de Dios. Pero así acaban sintiéndose privilegiados y consideran a los demás como extraños, hasta el punto de volverse hostiles hacia ellos.

Así, el Papa constató que, de hecho, toda cerrazón “hace tener a distancia a los que no piensan como nosotros”. Y esto “es la raíz de muchos de los grandes males de la historia – afirmó -: del absolutismo que muchas veces ha generado dictaduras y de tantas violencias hacia el que es diferente”. En este punto, el Papa Francisco realizó una advertencia: también debemos estar atentos a la cerrazón en la Iglesia, porque el diablo, “que es el divisor -esto es lo que significa la palabra ‘diablo’, que ‘hace la división’- siempre insinúa sospechas para dividir y excluir a la gente”.

Lo intenta con astucia, y después puede pasar como con aquellos discípulos, que llegan a excluir incluso a los que habían expulsado al propio diablo.

A veces también nosotros, continuó el Papa, “en lugar de ser comunidades humildes y abiertas, podemos dar la impresión de ser ‘los mejores de la clase’ y mantener a los demás a distancia”:en lugar de intentar caminar con todos, – advirtió nuevamente – podemos mostrar nuestra «licencia de creyentes»: «Yo soy católico, yo soy católica», «Yo pertenezco a esta asociación, a aquella…» Y los demás son unos pobrecitos, ¡no! Esto es un pecado: exhibir la «licencia de creyentes» para juzgar y excluir. De ahí que invitase a todos los fieles a pedir “la gracia de superar la tentación de juzgar y catalogar”, añadiendo que Dios “nos preserve de la mentalidad de ‘nido’”, es decir, la de “guardarnos celosamente en el pequeño grupo de los que se consideran buenos”:

El sacerdote con sus fieles seguidores, los agentes de pastoral cerrados entre sí para que nadie se infiltre, los movimientos y asociaciones en su carisma particular, y así sucesivamente. Cerrados. Todo esto corre el riesgo de convertir a las comunidades cristianas en lugares de separación y no de comunión.

El Espíritu Santo – reiteró el Papa – no quiere cerrazones; quiere apertura, comunidades acogedoras donde haya lugar para todos.
El riesgo de ser inflexible con los demás e indulgente con uno mismo
Tras hablar de la tentación revelada por Jesús, el Santo Padre habló de la exhortación que el Maestro nos hace:

En lugar de juzgar todo y a todos, ¡tengamos cuidado con nosotros mismos! De hecho, el riesgo es ser inflexible con los demás e indulgente con nosotros mismos. Y Jesús nos exhorta a no pactar con el mal, con imágenes impactantes: «Si algo en ti es motivo de escándalo, ¡córtalo!». No dice: «Piénsalo, mejóralo un poco…». No: «¡Córtalo!» Si algo te hace mal, ¡córtalo! No dice «si algo es motivo de escándalo, detente, piensa un poco, mejora un poco…¡no! «¡Córtalo, de inmediato!».

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Policiaca

Miguel Baéz Guevara el “Jefe”, operador del Cártel de Sinaloa, se declaró “no culpable” en una corte de EEUU

el narcotraficante estadounidense Miguel Báez Guevara, alias Javiel Jefe y/o Boss, vinculado al Cártel de Sinaloa, se declaró no culpable de importar y distribuir droga en Estados Unidos.

El pasado martes, el hombre compareció en una corte federal de Phoenix, donde se encuentra en espera para ser trasladado al estado de Alaska (al noroeste de Estados Unidos) donde enfrenta 17 cargos por narcotráfico.

La forma en que operaba el narcotraficante fue descubierta a través de la Operación Albóndiga. Según la información, la célula delictiva a cargo de Báez Guevara utilizaba las redes sociales para reclutar a personas de Alaska que estuvieran dispuestos a traficar droga desde México. La mayoría de los empleados eran mujeres, pues consideraban que eran menos sometidas que los hombres en los aeropuertos

Los traficantes viajaban de Alaska a Arizona y como destino final Sonora (al norte de México. Una vez en el país azteca, Báez Guevara y sus operadores organizaban el viaje de regreso de las mulas —como se les conoce a los traficantes de droga—. Cada traficante llevaba hasta 250 gramas de heroína, metanfetamina y cocaína.

En Alaska, la entrega de droga se realizaba a través de un repartidor. El pago por el tráfico de la mercancía se realizaba en efectivo o en ocasiones se compensaba con dosis de heroína y metanfetamina.

Cuando Báez se enteró que las autoridades estadunidenses se encontraban pisándole los talones, éste decidió operar desde el estado mexicano de Sonora, a través de mensajes encriptados y por teléfono.

De acuerdo con la ley, el capo con nacionalidad estadounidense enfrenta una condena de cadena perpetua.

El último informe de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) reporta que en el estado de Alaska —a diferencia de otras regiones como California— no predomina aún un cártel de la droga mexicano.

Miguel Báez Guevara, de 38 años de edad, fue detenido hace dos semanas por autoridades mexicanas de inmigración en la entidad federativa de Sonora. Después, fue deportado a Estados Unidos y arrestado a su llegada a Arizona, informó en un comunicado la fiscalía federal para Alaska.

La acusación formal afirmó que Báez Guevara controlaba y participaba en “una red de traficantes de narcóticos diseñada para transportar heroínametanfetaminas y cocaínadesde México hacia Alaska y otros lugares de Estados Unidos con fines de distribución”, reportó el medio.

Alaska era el destino debido a “los elevados precios que la empresa obtendría dada su distancia desde las fuentes de suministro mexicanas”, según la acusación.

Las posibles acciones de narcotráfico iniciaron desde al menos el 2016, señaló la imputación, firmada en el 2020. El fiscal William Taylor mencionó que la acusación formal fue reabierta recientemente porque la pandemia por COVID-19 interfirió con las gestiones para trabajar con agencias internacionales y llevar a cabo un arresto.

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